Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

jueves, 30 de abril de 2009

Los AMIGOS...

Amigos
Hace un tiempo al estar en casa, siendo como las once de la noche, recibí la llamada telefónica de un muy buen amigo. Me dio gusto su llamada y lo primero que pregunté fue: “Cómo estás?”. Y sin saber porqué le contesté: “solísimo”.
“Quieres que conversemos?” - preguntó al instante.
Le respondí que sí y dijo: “Quieres que vaya a tu casa?”. Al responderle que sí, colgó, y en menos de quince minutos estaba tocando a mi puerta.
Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él atento siempre, me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba cansado mentalmente, me haba hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara, me apoyara y me hiciera ver mis errores; me sentía muy a gusto. Cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: “Bueno, me retiro tengo que ir a trabajar.”
Yo me sorprendí, y le dije: “Pero por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar?, mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche”. él sonrió y me dijo: “No hay problema para eso estamos los amigos”.
Me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Lo acompañe a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: “Oye amigo, y a todo esto, por qué llamaste anoche tan tarde?”. El regresó y me dijo en voz baja: “Es que te quería dar una noticia...” Le pregunté: “qué pasó?”. Me dijo... "Fui al doctor y dijo que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y sólo me queda esperar...”.
Me quedé mudo... él me sonreí y me dijo: “Que tengas un buen día amigo...” se dio vuelta y se fue. Pasó un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, por qué cuando él me preguntó cómo estás? Me olvidé de él y solo habló de mí. Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimo, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?... Esto es increíble... desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero... por ejemplo él... todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y conversamos, sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi AMIGO...
Anónimo

miércoles, 29 de abril de 2009

Tu verdadero valor...

EL ANILLO
- Admirado Maestro, vengo a verle porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro sin mirarlo, le, dijo:
- Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, pues debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... y haciendo una pausa, agregó:
- Si quisieras ayudarme, podría... tal vez, después de resolver ese problema poder ayudarte.
- En...encantado, maestro - titubeó el joven, que otra vez más se sintió desvalorizado, y que sus necesidades eran postergadas.
- Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba y dándoselo al muchacho, agregó:
- Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió.
Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven les decía lo que pedía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos se reían, otros se daban vuelta y se iban. Sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Con el afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones claras de no aceptar a menos que le pagaran con una moneda de oro y rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado - más de cien personas - y abatido por su fracaso, montó el caballo y regresó.
Cuánto hubiera deseado tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
- Maestro - dijo - lo siento, no pude conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie con respecto al verdadero valor del anillo.
- Qué importante lo que dijiste, joven amigo - contestó muy sonriente el maestro - Primero debemos saber el verdadero valor del anillo.
Vuelve a montar y vete a visitar al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que él te ofrezca, no se lo vendas.
Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joyero examinó el anillo a la luz y con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender YA, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¡ 58 MONEDAS! Exclamó el joven.
- Sí, replicó el joyero, sé que con tiempo podríamos llegar obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate - dijo el maestro después de escucharlo - Tú eres como ese anillo: una joya, muy valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en su dedo.

martes, 28 de abril de 2009

Creerse superior? Bah!! En qué y para qué?...


El tigre que se reía de todos
El tigre, que era listo, rápido y fuerte, siempre se estaba riendo de los animales, en especial del canijo abejorro y del lento y torpe elefante.
Un día de asamblea hay un derrumbe y la puerta de la cueva se bloquea. Todos esperan que el tigre resuelva el asunto pero no es capaz.
Al final, el abejorro sale entre las rocas en busca del elefante, que no había ido a la asamblea por estar triste.
El elefante acude a remover las piedras y todos los animales felicitan a ambos y quieren ser sus amigos.
El último que sale es el tigre, avergonzado, que aprende la lección y desde entonces sólo se fija en las cosas buenas de todos los animales.

Pedro Pablo Sacristán

lunes, 27 de abril de 2009

Las faltas de respeto se extienden cuando no se hace nada, y es responsabilidad de todos tratar de evitarlas

El misterioso payaso malabarista
Había una vez un pueblo al que un día llegó un payaso malabarista. El payaso iba de pueblo en pueblo ganando unas monedas con su espectáculo. En aquel pueblo comenzó su actuación en la plaza, y cuando todos disfrutaban de su espectáculo, un niño insolente empezó a burlarse del payaso y a increparle para que se marchara del pueblo. Los gritos e improperios terminaron por ponerle nervioso, y dejó caer una de las bolas con las que hacía malabares. Algunos otros comenzaron a abuchearle por el error, y al final el payaso tuvo que salir de allí corriendo, dejando en el suelo las 4 bolas que utilizaba para su espectáculo.Pero ni aquel payaso ni aquellas bolas eran corrientes, y durante la noche, cada una de las bolas mágicamente dio lugar a un niño igual al que había comenzado los insultos. Todas menos una, que dio lugar a otro payaso. Durante todo el día las copias del niño insolente anduvieron por el pueblo, molestando a todos, y cuando por la tarde la copia del payaso comenzó su espectáculo malabarista, se repitió la situación del día anterior, pero esta vez fueron 4 los chicos que increparon al payaso, obligándole a abandonar otras 4 bolas. Y nuevamente, durante la noche, 3 de aquellas bolas dieron lugar a copias del niño insolente, y la otra a una copia del payaso.
Y así fue repitiéndose la historia durante algunos días, hasta que el pueblo se llenó de chicos insolentes que no dejeban tranquilo a nadie, y los mayores del pueblo se decidieron a acabar con todo aquello. Firmemente, impidieron a ninguno de los niños faltar ni increpar a nadie, y al comenzar la actuación del payaso, según empezaban los chicos con sus insultos, un buen montón de mayores les impidieron seguir adelante, de forma que el payaso pudo completar su espectáculo y pasar la noche en el pueblo. Esa noche, 3 de las copias del niño insolente desaparecieron, y lo mismo ocurrió el resto de días, hasta que finalmente sólo quedaron el payaso y el niño auténtico.El niño y todos en el pueblo habían comprobado hasta dónde podía extenderse el mal ejemplo, y a partir de entonces, en lugar de molestar a los visitantes, en aquel pueblo ponían todo su empeño para que pasaran un buen día, pues habían descubierto que hasta un humilde payaso podía enseñarles mucho.

(Pedro Pablo Sacristán)

domingo, 26 de abril de 2009

Cuando los cálculos no sirven para nada...

Los granjeros...a los que se les daban bien los números.
De entre todos los pueblos que el mula Nasrudin visitó en sus viajes, había uno que era especialmente famoso porque a sus habitantes se les daban muy bien los números. Nasrudin encontró alojamiento en la casa de un granjero. A la mañana siguiente se dio cuenta de que el pueblo no tenía pozo. Cada mañana, alguien de cada familia del pueblo cargaba uno o dos burros con garrafas de agua vacías y se iban a un riachuelo que estaba a una hora de camino, llenaban las garrafas y las llevaban de vuelta al pueblo, lo que les llevaba otra hora más.
"¿No sería mejor si tuvieran agua en el pueblo?", preguntó Nasrudin al granjero de la casa en la que se alojaba. "¡Por supuesto que sería mucho mejor!", dijo el granjero. "El agua me cuesta cada día dos horas de trabajo para un burro y un chico que lleva el burro. Eso hace al año mil cuatrocientas sesenta horas, si cuentas las horas del burro como las horas del chico. Pero si el burro y el chico estuvieran trabajando en el campo todo ese tiempo, yo podría, por ejemplo, plantar todo un campo de calabazas y cosechar cuatrocientas cincuenta y siete calabazas más cada año."
"Veo que lo tienes todo bien calculado", dijo Nasrudin admirado. "¿Por qué, entonces, no construyes un canal para traer el agua al río?" "¡Eso no es tan simple!", dijo el granjero. "En el camino hay una colina que deberíamos atravesar. Si pusiera a mi burro y a mi chico a construir un canal en vez de enviarlos por el agua, les llevaría quinientos años si trabajasen dos horas al día. Al menos me quedan otros treinta años más de vida, así que me es más barato enviarles por el agua."
"Sí, ¿pero es que serías tú el único responsable de construir un canal? Son muchas familias en el pueblo."
"Claro que sí", dijo el granjero. "Hay cien familias en el pueblo. Si cada familia enviase cada día dos horas un burro y un chico, el canal estaría hecho en cinco años. Y si trabajasen diez horas al día, estaría acabado un año."
"Entonces, ¿por qué no se lo comentas a tus vecinos y les sugieres que todos juntos construyáis el canal?
"Mira, si yo tengo que hablar de cosas importantes con un vecino, tengo que invitarle a mi casa, ofrecerle té y halva, hablar con él del tiempo y de la nueva cosecha, luego de su familia, sus hijos, sus hijas, sus nietos. Después le tengo que dar de comer y después de comer otro té y él tiene que preguntarme entonces sobre mi granja y sobre mi familia para finalmente llegar con tranquilidad al tema y tratarlo con cautela. Eso lleva un día entero. Como somos cien familias en el pueblo, tendría que hablar con noventa y nueve cabezas de familia. Estarás de acuerdo conmigo que yo no puedo estar noventa y nueve días seguidos discutiendo con los vecinos. Mi granja se vendría abajo. Lo máximo que podría hacer sería invitar a un vecino a mi casa por semana. Como un año tiene sólo cincuenta y dos semanas, eso significa que me llevaría casi dos años hablar con mis vecinos. Conociendo a mis vecinos como les conozco, te aseguro que todos estarían de acuerdo con hacer llegar el agua al pueblo, porque todos ellos son buenos con los números. Y como les conozco, te digo, que cada uno prometería participar si los otros participasen también. Entonces, después de dos años, tendría que volver a empezar otra vez desde el principio, invitándoles de nuevo a mi casa y diciéndoles que todos están dispuestos a participar." "Vale", dijo Nasrudin, "pero entonces en cuatro años estarías preparados para comenzar el trabajo. ¡Y al año siguiente, el canal estaría construido!"
"Hay otro problema", dijo el granjero. "Estarás de acuerdo conmigo que una vez que el canal esté construido, cualquiera podrá ir por agua, tanto como si ha o no contribuido con su parte de trabajo correspondiente."
"Lo entiendo", dijo Nasrudin . "Incluso si quisierais, no podríais vigilar todo el canal."
"Pues no", dijo el granjero. "Cualquier caradura que se hubiera librado de trabajar, se beneficiaría de la misma manera que los demás y sin coste alguno."
"Tengo que admitir que tienes razón", dijo Nasrudin.
"Así que como a cada uno de nosotros se nos dan bien los números, intentaremos escabullirnos. Un día el burro no tendrá fuerzas, el otro el chico de alguien tendrá tos, otro la mujer de alguien estará enferma, y el niño, el burro tendrán que ir a buscar al médico.
Como a nosotros se nos dan bien los números, intentaremos escurrirnos el bulto. Y como cada uno de nosotros sabe que los demás no harán lo que deben, ninguno mandará a su burro o a su chico a trabajar. Así, la construcción del canal ni siquiera se empezará."
"Tengo que reconocer que tus razones suenan muy convincentes", dijo Nasrudin. Se quedó pensativo por un momento, pero de repente exclamó: "Conozco un pueblo al otro lado de la montaña que tiene el mismo problema que ustedes tienen. Pero ellos tienen un canal desde hace ya veinte años."
"Efectivamente", dijo el granjero, "pero a ellos no se les dan bien los números."

sábado, 25 de abril de 2009

La confianza...

CONFIANZA
Cuando confías profundamente, esta confianza transforma tu vida, no importa cuales son las circunstancias.
Cuando Milarepa fue a ver a su maestro al Tíbet era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los otros discípulos tuvieron celos de él. Era seguro que él sería el sucesor del Maestro, así que los otros trataron de matarlo.
Milarepa era muy confiado. Un día los otros discípulos dijeron:
- Si realmente crees en el Maestro, ¿puedes lanzarte desde este abismo? Si confías, no pasará nada. No te harás daño.
Y Milarepa saltó sin dudarlo un solo segundo. Los discípulos bajaron corriendo...el valle estaba a 3.000 pies de profundidad. Corrieron esperando encontrar los huesos, deshecho, pero él estaba sentado en postura de loto, tremendamente feliz.
Abrió los ojos y dijo:
- Tenías razón, la confianza salva.
Pensaron que debería haber sido una coincidencia, así que cuando un día salieron de viaje y tuvieron que cruzar el río le dijeron:
- Tu no necesitas ir en bote. Tienes tanta confianza que puedes caminar sobre las aguas. Y él caminó sobre las aguas.
Esta es la primera vez que el Maestro le vio.
- ¿Qué estas haciendo? Es imposible, dijo.
- Estoy haciéndolo gracias a tu poder, Maestro, dijo Milarepa.
El Maestro pensó: -Si mi poder y mi nombre pueden hacer esto por un hombre ignorante y estúpido....yo nunca lo he probado por mí mismo. Lo intentó y se ahogó. Nunca más se volvió a oír hablar de él.
Si confías plenamente, aún un maestro no iluminado puede revolucionar positivamente tu vida. Y lo contrario también es verdad: Un Maestro iluminado puedo no serte de ninguna ayuda. Depende por completo de ti.

viernes, 24 de abril de 2009

Una vez que juzgas, has dejado de crecer...

EL JUICIO
En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco
Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo pero el hombre decía: "Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?". Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.
Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo: "Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían su caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras. ¡Qué desgracia!".
-"No vayáis tan lejos" - dijo el viejo- "Simplemente decid que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?".
La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no solo eso sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes.
De nuevo se reunió la gente diciendo: "Tenías razón, viejo. No fue una desgracia sino una verdadera suerte."
-"De nuevo estáis yendo demasiado lejos" - dijo el viejo- Decid solo que el caballo ha vuelto... ¿quien sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Estáis leyendo apenas una palabra en una oración. ¿Cómo podéis juzgar el libro entero?".
Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos.....
El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente volvió a reunirse y a juzgar: "De nuevo tuviste razón" – dijeron -. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad el era tu único sostén. Ahora estás más pobre que nunca.
-"Estáis obsesionados con juzgar" - dijo el viejo." No vayáis tan lejos, sólo decid que mi hijo se ha roto las dos piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos y nunca se nos da más que esto.
Sucedió que pocas semanas después el país entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo eran llevados por la fuerza al ejército. Sólo se salvó el hijo del viejo porque estaba lisiado. El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabían que la mayoría de los jóvenes no volverían.
-"Tenías razón viejo era una fortuna. Aunque tullido, tu hijo aún está contigo. Los nuestros se han ido para siempre".
-"Seguís juzgando- dijo el viejo. Nadie sabe. Sólo decid que vuestros hijos han sido obligados a unirse al ejército y que mi hijo no ha sido obligado. Solo Dios sabe si es una desgracia o una suerte que así suceda".
No juzgues o jamás serás uno con el todo. Te quedarás obsesionado con fragmentos, sacarás conclusiones de pequeñas cosas. Una vez que juzgas, has dejado de crecer.

jueves, 23 de abril de 2009

Lo esencial es invisible a los ojos...

CALEIDOSCOPIO
Existía un hombre que a causa de una guerra en la que había peleado de joven, había perdido la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló una gran habilidad y destreza con sus manos, lo que le permitió destacarse como un estupendo artesano. Sin embargo, su trabajo no le permitía más que asegurarse el mínimo sustento, por lo que la pobreza era una constante en su vida y en la de su familia.
Cierta Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre con los que fantaseaba reinos y aventuras.Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle, con sus propias manos un hermoso calidoscopio como alguno que él supo poseer en su niñez. En secreto y por las noches fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de partes, pedazos de espejos, vidrios, metales, maderitas, etc.
Al cabo de la cena de nochebuena pudo, finalmente imaginar a partir de la voz del pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo.El niño no cabía en sí de la dicha y la emoción que aquella increíble navidad le había traído de las manos rugosas de su padre ciego, bajo las formas de aquel maravilloso juguete que él jamás había conocido...
Durante los días y las noches siguientes el niño fue a todo sitio portando el preciado regalo, con él regresó a sus clases en la escuela del pueblo.En los tiempos de recreo entre clase y clase, el niño exhibió y compartió henchido de orgullo su juguete con sus compañeros que se mostraban igual de fascinados con aquella maravilla y que pujaban por poner sus ojos en aquel lente y dirigirlo al sol...
Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del artesano y le preguntó con la ambiciosa intriga que solo un niño puede expresar: "Oye, que maravilloso calidoscopio te han regalado...¿dónde te lo compraron?, no he visto jamás nada igual en el pueblo..."Y el niño, orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante desde su pequeño corazón, le contestó: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá"A lo que el otro pequeño replicó con cierta sorna y tono incrédulo: "¿Tu padre?... imposible... ¡¡¡si tu padre está ciego..!!!". Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y al cabo de una pausa de segundos, sonrió como solo un portador de verdades absolutas puede hacerlo, y le contestó: "Si... mi papá esta ciego... pero solamente de los ojos... "SOLAMENTE DE LOS OJOS..."
El amor solo se puede ver con el corazón...Bien lo supo el zorro, bien lo aprendió el Principito, bien deberíamos entenderlo..."LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS"

miércoles, 22 de abril de 2009

Quzás sea eso la amistad...


AMISTAD, QUIZÁ SEA ESO…
Quiero ser para ti como un puente sobre el río. De este lado, tu hoy. Del otro lado, tu mañana.
Entre ambas orillas, el río de la vida: a veces está calmo, a veces turbulento; algunas veces traicionero, otras profundo y barroso.
Es necesario atravesarlo.
No soy Dios ni pretendo jugar a Dios. Sólo Él puede llevarte con seguridad a la otra orilla.
Pero sí quiero ser el puente que haga más fácil tu trayecto.
Si tienes miedo, pasa sobre mis hombros. Si no quieres correr riesgos, usa mis hombros.
Si encuentras que no conviene pasar solo, usa mis hombros. Si me balanceo, no tengas miedo.
Dios me colocó en tu camino para ayudarte a cruzar el río de la vida. No vaciles en pisar solamente en mí. Y cuando estés por llegar, si quieres, recógeme. Pero si me entiendes bien, déjame en donde estoy: otros pasarán por mí, como tu pasaste.
Pero quiero que continúes en tu caminar. Soy tu puente para muchas travesías de la vida. Si me quieres, entonces, puedes llamarme amigo.
Ten calma.Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente.Afirma tu paso con la visión del futuro.Encuentra la calma de las montañas.Rompe la tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria.
Vive intensamente la paz del sueño.
Aprende a tomar vacaciones de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro.
Recuerda cada día la fábula de la liebre y la tortuga, para que sepas que vivir más intenso no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la velocidad.
Voltea hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien.
Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas

Hellen Keller (Ciega, sorda y muda de nacimiento)

martes, 21 de abril de 2009

El amor es gratis...

Es Gratis
Un niño pequeño se dirigió a su madre que estaba en la cocina preparando la cena y le entregó un pedazo de papel que había escrito.

El papel leía de la siguiente manera:
a.. Por cortar la grama $5.00
b.. Por limpiar mi cuarto eta semana $1.00
c.. Por hacer mandados $ .50
d.. Por cuidar a mi hermano pequeño $ .25
e.. Sacar la basura $1.00
f.. Por sacar buenas notas $5.00
g.. Por limpiar y recoger las hojas $2.00
h.. Total Adeudado $14.75

Su madre lo miró y en aquel momento el niño pudo ver todos los recuerdos que pasaban por su mente.
Ella tomó una pluma, y en el otro lado del papel escribió:
Por los nueve meses que te cargué mientras tú crecías dentro de mí, Es Gratis.
Por todas las noches que me senté a tu lado, te cuidé y rece por ti, Es Gratis.
Por todos los momentos difíciles, y todas las lágrimas que me has causado a través de los años, Es Gratis.
Por todas las noches que estuvieron llenas de temor y por las preocupaciones que sé que vendrán, Es Gratis.
Por los juguetes, la comida, la ropa, y hasta por limpiarte la nariz, Es Gratis, Hijo.
Y cuando lo sumes todo, el precio de mi amor Es Gratis
Cuando el niño terminó de leer esto tenía las lágrimas en sus ojos.
Miró a su madre a los ojos y le dijo; "Mamá, que te quiero mucho". Luego escribió en el papel "PAGADO EN SU TOTALIDAD"

(Autor desconocido)

lunes, 20 de abril de 2009

Cuando nuestro mundo se reduce a lo que la vaquita nos da…


EMPUJA LA VAQUITA
Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo,cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidadesde aprendizaje que tenemos de estas experiencias.
Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas sincalzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le pregunto: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿como hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" El señor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo." El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento. Luego se despidió y se fue.
En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:"busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco.
El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujo la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedo grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con un carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.
El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allí, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años. El señor respondió que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmo que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):"¿Como hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"
El señor entusiasmado le respondió: "nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió; de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."
Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina, nos hace dependientes, y el mundo se reduce a lo que la vaquita nos brinda.

domingo, 19 de abril de 2009

Las cosas no son siempre lo que parecen.

Dos ángeles que viajaban pararon a pasar la noche en el hogar de una familia rica.
La familia era grosera y rechazo la estancia de los ángeles en el cuarto de huéspedes de la mansión.
En su lugar, los ángeles fueron hospedados en un espacio frío del sótano.
Hicieron su cama en el suelo duro, entonces, el ángel mas viejo vio un agujero en la pared y lo reparo.
Cuando el ángel mas joven le pregunto por que lo hizo, el ángel viejo le contesto que "las cosas no son siempre lo que parecen".
La noche siguiente, los ángeles se hospedaron en un hogar muy pobre, pero el granjero y su esposa eran muy hospitalarios.
Después de compartir el poco alimento que tenían, los esposos dejaron dormir a los ángeles en la cama de ellos para que estuvieran cómodos el resto de la noche.
Cuando el sol salió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y a su esposa muy Tristes:Su única vaca, de la cual obtenían dinero por su leche, posaba muerta en el campo.
El ángel joven se enojo y le pregunto al ángel viejo porque permitió que esto sucediera.
El primer hombre tenia todo y le ayudaste, la segunda familia tenia muy poco y estaban dispuestos a compartir todo y dejaste morir a su única vaca.
"Las cosas no siempre son lo que aparentan" le contesto el viejo ángel.
Cuando permanecíamos en el sótano de la mansión, note que había oro en ese agujero de la pared.Puesto que el propietario era tan obsesionado, avaro y poco dispuesto a compartir su buena fortuna, selle la pared para que el jamas lo encuentre.
Ayer en la noche cuando nos dormimos en la cama de los Granjeros, el ángel de la muerte vino por su esposa.
Le di la vaca en lugar de ella.

sábado, 18 de abril de 2009

Buscando la Felicidad...

A TIEMPO
Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro.
A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el
placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por
la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de
los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.
En un recodo del camino vio un letrero que decía : Le quedan dos meses de vida .
Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo:
- Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia,
de saber y de vida con las personas que me rodean .
Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días,
encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le
dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir
estaba el tesoro que tanto había deseado.
Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como
viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y
aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y
valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir
y descansar.
Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del
cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de
plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente
y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla
hay que gozar de paz interior.
Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad .
Y en su mente recordó aquella sentencia que dice:
" Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuanto
sufrimos por lo mucho que anhelamos "

viernes, 17 de abril de 2009

Tu vida no es una coincidencia...es un reflejo de ti mismo....

EL ECO DE LA VIDA
Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente,el hijo se cayó, se lastimó y gritó:
-AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !.
Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña:
AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !
Con curiosidad, el niño gritó: ¿Quién eres tú?
Recibió de respuesta: ¿Quién eres tú?
Enojado con la contestación, gritó: ¡Cobarde!
Recibió de respuesta:¡Cobarde!
Miró a su padre y le preguntó: ¿Qué sucede?
El padre sonrió y dijo:- Hijo mío, presta atención.
Y entonces el padre gritó a la montaña: ¡Te admiro!
La voz respondió: ¡Te admiro!
De nuevo el hombre gritó: ¡Eres un campeón!
La voz respondió: ¡Eres un campeón!
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
Luego el padre explicó:
- La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA...Te devuelve todo lo que dices o haces...
Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones...
Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor...
Si deseas más competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia...
Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida...
La vida te dará de regreso exactamente aquello que tu le has dado.

jueves, 16 de abril de 2009

Seamos just@s... coloquemos los problemas en el lugar que le corresponda.

EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una viejagranja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadoraeléctrica se daño y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora suantiguo camión se niega a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos,me invito a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta,se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de lasramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Subronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazo a sus dos pequeños hijosy le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca delárbol, sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que lo había vistohacer un rato antes.
-Oh, ese es mi árbol de problemas - contesto.
Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosaes segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni amis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa . Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es- dijo sonriendo - que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.

miércoles, 15 de abril de 2009

Cuestión de adulaciones o críticas…

Érase una vez....un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de lareproducción.Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonceshizo doce copias de sí mismo.El ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía antesí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturalezahumana, se le ocurrió una ingeniosa estratagema.Regresó de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haberlogrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto".El científico pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?"."Justamente aquí", respondió el ángel mientras tomaba al científico de entresus reproducciones y se lo llevaba consigo.
"Todo lo que hace falta para descubrir al 'ego' es una palabra de adulación o de crítica".

martes, 14 de abril de 2009

Quitar el tizne de la naturaleza caída que more en nosotros y mejorará nuestra visión del mundo que nos rodea y de la vida misma.

Don Santiago
Esta es la historia de don Santiago, un habitante más de una de las tantas bellas y pintorescas ciudades del interior de cualquier país.
Frisa alrededor de los setenta años, su andar es pausado así como su hablar. Es delgado, algo encorvado, cabellos blancos, sonrisa franca y mirada límpida. Todos sus haberes consisten en una casita pequeña con un patio amplio que ha preferido hacer de él un campo en miniatura, con tierra y pasto prolijamente cortado. Tiene una gran rueda de carro, bien a la vista, testimonio real del oficio que le llevó la mayor parte de su vida. El transportaba del campo a la ciudad leche de cabra (de su patrón) y miel de abejas (propias). Ahora está jubilado, rico no es, pero él es muy feliz donde está, además siente que cumplió bien con la patria, pues, a su finada esposa nada le faltó en vida y el único hijo que le dio, se recibió de doctor en medicina y tiene un bonito consultorio en la capital.
Vive solo, pero no se queja de su suerte, sabe ocupar su tiempo en hacer plantitas para jardín, con lindas flores, y produce un poco de miel, con su pequeño apiario que conserva y cuida con esmero. Los vecinos le aprecian mucho y le compran miel y plantitas, pues, saben que le hacen sentir productivo e importante.
Todas las tardes asiste a los servicios religiosos de una humilde iglesia evangelista de la zona y disfruta mucho compartiendo con sus hermanos de fe. No gusta de hablar mucho, pero escucha con atención y a veces brinda algún oportuno refrán popular que hace las delicias de los presentes. Y de este modo llena el espacio que ha quedado en su corazón desde que quedó viudo. Siempre dispuesto a colaborar en los talleres que se formen, es el primero en llegar con su sonrisa franca y las manos listas a cualquier menester y luego será el último en irse, algo cansado pero nunca malhumorado.
Ahora está un poco triste, ya no logra ver como antes, todo está un poco borroso y opaco, pero nada dice. Un día viene Pedro, su hijo doctor, a pasar unos días con él. Pronto se da cuenta de que lo que en realidad le ocurre a su padre es que no ve bien (no olvidemos que don Santiago anda por los setenta años).
Entonces decide llevarlo a la consulta de un oftalmólogo amigo y este le receta unas gafas.
Santiago vuelve a recuperar su alegría habitual y aún más, pues, redescubre la belleza de su mundo circundante y ahora todo lo ve más luminoso y colorido, ¡es fantástico!
Su hijo vuelve a sus obligaciones en la capital y don Santiago a su rutina habitual. Mate amargo ni bien amanece, muchas horas con sus plantitas, el envasado y la venta de la miel, y antes de las doce un delicioso guisado casero que prepara en un improvisado fogón muy campero, pero efectivo. Sin embargo esta vez no reparó en que soplaba una brisa más fuerte de la habitual, y en sus intentos de mantener encendido el fuego soplaba para avivar la llama, a tal punto que comenzó a toser por el humo. De pronto, ¡¡¡HORROR!!! Todo su mundo otrora colorido trocó en oscuridad.
“¿Qué sucede, Dios mío?”- clama sorprendido don Santiago, que de pronto ha perdido la visión completamente. Es tal su desazón que se hinca de rodillas allí mismo y le pide Dios con total convicción y fuerza que le libre de ese tormento terrible. Luego se encierra -por primera vez en su vida- en su casita y se tiende en la cama lleno de angustia y desesperación.
Transcurren los días y nada se sabe de don Santiago (quien continúa encerrado a cal y canto en su modesta casita). Es algo muy inusual, porque siempre se le veía en su patio al aire libre, afanado en sus quehaceres. Sólo entraba a la casa cuando se ocultaba el astro rey para higienizarse y luego asistir al templo, y por las noches para dormir no más de seis horas. Hasta la infaltable siesta la gozaba tendido cuán largo era sobre el acogedor pasto.
Juancito, el hijo menor de los González, compañero de fe y discípulo honorario del venerable anciano, decide desentrañar el misterio y cruza el improvisado portón exterior para ir hasta la puerta misma de la modesta vivienda. Golpea las manos varias veces, pero nadie contesta, entonces coloca su oreja contra la puerta y al hacerlo así escucha una vocecita apagada que le dice que entre nomás, que está sin llave (no olvidemos que aún quedan sitios en donde los habitantes locales no cierran la puerta de calle con llave y trabas, como en las grandes ciudades).
Cuando por fin entra, no puede creer lo que ve, allí está el anciano recostado en la cama, muy delgado y envejecido. Apenas es un montoncito de huesos que ni siquiera abulta en el lecho. El joven muy preocupado se acerca a su cara para preguntarle qué lo aquejaba y al hacerlo repara en las gafas de don Santiago que están ennegrecidas de tizne.
El buen anciano le cuenta que no se explica qué le ha sucedido pero que ya no ve más, que todo su mundo se ha oscurecido. También le dice que si es una prueba de Dios Padre, que él la acepta como tal, ya que si Jesús sacrificó su propia vida por salvarnos, el también tendrá que superar este trance.
El joven nada dice, pero le ayuda a higienizarse, y mientras, prepara una sopa bien caliente para su amigo. Cuando lo ayuda a sentarse en la cama y le da a beber el reparador brebaje, le quita las gafas como al descuido y se las limpia bien con un pañuelo húmedo, luego se las coloca al distraído anciano que bebía su sopita muy entusiasmado y, ¡¡¡Oh, sorpresa!!! Volvió la catarata de colores a la vida de Don Santiago.

lunes, 13 de abril de 2009

Atención... tiempo...y receta

Tiempo y granadas
Un estudiante de medicina fue a casa de un eminente médico y le pidió convertirse en aprendiz en el arte de la medicina.
-Eres impaciente- dijo el doctor- y por eso fallaras en observar cosas que necesitas aprender.Pero el joven suplicó, y el médico accedió a aceptarle. Después de algunos años el joven sintió que podía ejercer algunas de las habilidades que había aprendido. Un día un hombre se acercaba andando hacia la casa y el doctor, mirándole desde la distancia, dijo:
-Este hombre está enfermo. Necesita granadas.
Has hecho el diagnostico, déjame recetarle y habré hecho la mitad del trabajo- dijo el estudiante.
-Muy bien- dijo el doctor-, con tal que recuerdes que la acción también debería ser considerada como ilustración.
Tan pronto como el paciente llegó al umbral, el estudiante le hizo entrar y dijo :Usted está enfermo .Tome granadas.
- ¿Granadas?-gritó el paciente- ¡las granadas te las comes tú! ¡vaya disparate!- y se marchó.
El joven preguntó al sabio doctor cual era el significado de lo sucedido.
- Lo ilustraré cuando tengamos un caso similar- dijo el doctor.
Poco después los dos estaban sentados en el exterior de la casa cuando el doctor levantó su mirada y vio a un hombre que se acercaba.
-Aquí hay una ilustración para ti, un hombre que necesita granadas- dijo el doctor.
Se hizo entrar al paciente, y el doctor le dijo:
- Puedo ver que es usted un caso difícil e intrincado. Déjeme ver... sí, usted necesita una dieta especial. Ésta deberá estar compuesta de algo esférico, con pequeños alvéolos en su interior, que crezca naturalmente. Una naranja...seria del color equivocado... los limones son demasiado ácidos.. ya lo tengo: ¡Granadas!
- El paciente se marchó encantado y agradecido.
- Pero, Doctor -dijo el estudiante- ¿Por qué no le dijiste directamente " granadas"?
- Por que además de granadas- dijo el sabio doctor- él necesitaba tiempo.

domingo, 12 de abril de 2009

Cuando nos colocamos las esposas…

Esposas mentales
Un habitante de un pequeño pueblo descubrió un día que sus manos estaban aprisionadas por unas esposas. Cómo llegó a estar esposado es algo que carece de importancia. Tal vez lo esposó un policía, quizás su mujer, tal vez era esa la costumbre en aquella época. Lo importante es que de pronto se dio cuenta de que no podía utilizar libremente sus manos, de que estaba prisionero.
Durante algún tiempo forcejeó con las esposas y la cadena que las unía intentando liberarse.
Trató de sacar las manos de aquellos aros metálicos, pero todo lo que logró fueron magulladuras y heridas. Vencido y desesperado salió a las calles en busca de alguien que pudiese liberarlo. Aunque la mayoría de los que encontró le dieron consejos y algunos incluso intentaron soltarle las manos, sus esfuerzos sólo generaron mayores heridas, agravando su dolor, su pena y su aflicción. Muy pronto sus muñecas estuvieron tan inflamadas y ensangrentadas que dejó de pedir ayuda, aunque no podía soportar el constante dolor, ni tampoco su esclavitud.
Recorrió las calles desesperado hasta que, al pasar frente a la fragua de un herrero, observó cómo éste forjaba a martillazos una barra de hierro al rojo. Se detuvo un momento en la puerta mirando. Tal vez aquel hombre podría...
Cuando el herrero terminó el trabajo que estaba haciendo, levantó la vista y viendo sus esposas le dijo: "Ven amigo, yo puedo liberarte". Siguiendo sus instrucciones, el infortunado colocó las manos a ambos lados del yunque, quedando la cadena sobre él.
De un solo golpe, la cadena quedó partida. Dos golpes más y las esposas cayeron al suelo. Estaba libre, libre para caminar hacia el sol y el cielo abierto, libre para hacer todas las cosas que quisiera hacer. Podrá parecer extraño que nuestro hombre decidiese permanecer en aquella herrería, junto al carbón y al ruido. Sin embargo, eso es lo que hizo. Se quedó contemplando a su libertador. sintió hacia él una profunda reverencia y en su interior nació un enorme deseo de servir al hombre que lo había liberado tan fácilmente. Pensó que su misión era permanecer allí y trabajar. Así lo hizo, y se convirtió en un simple ayudante.
Libre de un tipo de cadenas, adoptó otras más profundas y permanentes: puso esposas a su mente. Sin embargo, había llegado allí buscando la libertad.

sábado, 11 de abril de 2009

¿Y yo…? ¿Dónde estoy?

¿Dónde Estoy "YO"?
Érase una vez un hombre sumamente estúpido -un loco o quizás un sabio- que, cuando se levantaba por las mañanas, tardaba tanto tiempo en encontrar su ropa que por las noches casi no se atrevía a acostarse, sólo de pensar en lo que le aguardaba cuando despertara.
Una noche tomó papel y lápiz y, a medida que se desnudaba, iba anotando el nombre de cada prenda y el lugar exacto en que la dejaba.
A la mañana siguiente sacó el papel y leyó: "calzoncillos..." y allí estaban. Se los puso. "Camisa..." allí estaba. Se la puso también. "Sombrero..." allí estaba. Y se lo encasquetó en la cabeza.
Estaba verdaderamente encantado... hasta que le asaltó un horrible pensamiento:
-¿Y yo...? ¿Dónde estoy yo?. Había olvidado anotarlo. De modo que se puso a buscar y a buscar.... pero en vano. No pudo encontrarse a sí mismo.

viernes, 10 de abril de 2009


MARCOS Y MOSÉS
Marcos nació en una familia de siete hermanos. Su madre tuvo un parto difícil, pero gracias a la ayuda médica nació sin ninguna tara. Mosés también tiene siete hermanos. Durante el embarazo, su madre tuvo problemas y él nació con un pulmón oprimido que ahora le impide respirar con facilidad. Mosés nació ayudado por su tía y su abuela, expertas ganaderas.

Marcos disfruta de una alimentación sana y equilibrada. Come verduras, carne, pescado, hierro, fósforo, hidratos de carbono...A Mosés se le cayeron los dientes debido a la desnutrición.

La comida preferida de Marcos es el pollo, y el jamón serrano. Mosés no lo ha probado nunca, pero seguro que le gustaría.

Marcos tiene un abrigo de cuadros para los días de frío. Mosés tiene más suerte, porque en su país casi nunca hace frío y no necesita ropa. Es una suerte doble, porque aunque la necesitara tampoco la tendría.

Marcos sale de su casa para ir a jugar al parque y dar un paseo. Mosés siempre está fuera de casa.

Marcos no conoce a su padre y no sabe dónde está. Mosés tampoco lo conoce, pero sabe que murió en la guerra, aunque no contra quién luchaba.

Marcos no irá nunca al colegio ni aprenderá a leer. Mosés tampoco.

La esperanza de vida de Marcos es de unos 20 años. La de Mosés es mayor, pero él quizá no llegue a cumplir los 20.

Marcos es un setter irlandés. Mosés, un niño africano.

Carmen Posadas – Autogestión

jueves, 9 de abril de 2009

Tiempo para amar...

TE COMPRO UNA HORA
El niño tenía once años. El niño era estudioso, normal y cariñoso con sus padres. Pero el niño le daba vueltas a algo en la cabeza. Su padre trabajaba mucho, lo ganaba bien y estaba todo el día en sus negocios. El hijo le admiraba porque "tenía un buen puesto".
Cierto día el niño esperó a su padre, sin dormirse, y cuando llegó a casa, le llamó desde la cama:
– Papá –le dijo- ¿cuánto ganas cada hora?.

– Hijo, no sé, bastante. Pon, si quieres, dos mil pesetas. ¿Por qué?

– Quería saberlo.– Bueno, duerme.
Al día siguiente, el niño comenzó a pedir dinero a su mamá, a sus tíos, a sus abuelos. En una semana tenía mil quinientas pesetas. Y al regresar otro día, de noche, su padre, le volvió a llamar el niño:
– Papá, dame quinientas pesetas que me hacen falta para una cosa muy importante...

– ¿Muy importante, muy importante? Tómalas y duerme.

– No, papá, espera. Mira. Tengo dos mil pesetas. Tómalas. ¡Te compro una hora! Tengo ganas de estar contigo. De hablar contigo. A veces me siento muy solo. Y tengo envidia de otros chicos que hablan con su padre...
El padre le abrazó.

(Del libro "Dios de perfil y ochenta minifábulas más" de Fermín de Mieza)

miércoles, 8 de abril de 2009

Vemos siempre lo que nos dan?

LAS HUELLAS EN LA ARENA
Una noche soñé que iba andando por la playa con Dios y que se proyectaban en el cielo muchas escenas de mi vida. En cada cuadro veía huellas de pisadas en la arena. A veces, las de dos personas y otras sólo las de una. Observé que durante los periodos más difíciles de mi existencia se veían las huellas de una sola persona. Y dije:-
"Me prometiste, Señor, que siempre caminarías a mi lado. ¿Por qué cuando más te necesité no estabas conmigo?"

Él respondió: "Cuando viste las huellas de una sola persona, hijo mío, fue cuando tuve que llevarte en brazos".

(Anónimo)

martes, 7 de abril de 2009

Uno de nuestro desafíos … La comunicación

"Las Mil y una noches" (literatura popular árabe)
"Los dientes del Sultán"
En un país muy lejano, al oriente del gran desierto vivía un viejo Sultán, dueño de una inmensa fortuna. El Sultán era un hombre muy temperamental además de supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos los dientes. Inmediatamente después de despertar, mandó llamar a uno de los sabios de su corte para pedirle urgentemente que interpretase su sueño. - ¡Qué desgracia mi Señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad. - ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos, por ser un pájaro de mal agüero. Más tarde, ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: - ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que vuestra merced tendrá una larga vida y sobrevivirá a todos sus parientes. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los consejeros reales le dijo admirado: - ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños del Sultán es la misma que la del primer Sabio. No entiendo por qué al primero le castigó con cien azotes, mientras que a vos os premia con cien monedas de oro. - Recuerda bien amigo mío --respondió el segundo Sabio-- que todo depende de la forma en que se dicen las cosas... La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la enchapamos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado... - No olvides mi querido amigo --continuó el sabio-- que puedes comunicar una misma verdad de dos formas: la pesimista que sólo recalcará el lado negativo de esa verdad; o la optimista, que sabrá encontrarle siempre el lado positivo a la misma verdad". Dice el libro de los Proverbios: "Las palabras del hombre son aguas profundas, río que corre, pozo de sabiduría... Con sus labios, el necio se mete en líos; con sus palabras precipitadas se busca buenos azotes... Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras. La vida y la muerte dependen de la lengua; los que hablan mucho sufrirán las consecuencias". Prov 18,4.20-21.-
Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

lunes, 6 de abril de 2009

La mejor elección....

CÓMO SE ABRIÓ EL SENDERO
En el Jornalinho, de Portugal, encuentro una historia que nos enseña mucho respecto a aquello que escogemos sin pensar:Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, líder de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.
(Autor: Paulo Coelho. Publicado en "El Semanal", nº 729.)

domingo, 5 de abril de 2009

Las madres que son ángeles…

El Ángel
Cuenta la antigua leyenda que un niño que estaba por nacer le dijo a Dios: -Dicen que me vas a enviar mañana a la tierra pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy? -Entre muchos ángeles te escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará. -Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz. Y ¿cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma en que hablan los hombres? -Tu Ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar. -Y ¿qué haré cuando quiera hablar contigo? -Tu Ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar. -He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá? -Tu Ángel te defenderá aún a costa de su propia vida. -Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor. -Tu Ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado. En ese instante una paz reinaba en el cielo, pero se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente. -Dios mío, si ya me voy dime su nombre. ¿Cómo se llama mi ángel? -Su nombre no importa; tú le dirás MAMÁ...

sábado, 4 de abril de 2009

Aprovechar nuestras debilidades y cualidades…

LA VASIJA CON RAJADURAS
Cuenta la leyenda india que un hombre transportaba agua todos los días a su aldea usando dos grandes vasijas, sujetas en las extremidades de un pedazo de madera que colocaba atravesado sobre sus espaldas.Una de las vasijas era más vieja que la otra, y tenía pequeñas rajaduras; cada vez que el hombre recorría el camino hasta su casa, la mitad del agua se perdía.Durante dos años el hombre hizo el mismo trayecto. La vasija más joven estaba siempre muy orgullosa de su desempeño, y tenía la seguridad de que estaba a la altura de la misión para la cual había sido creada, mientras que la otra se moría de vergüenza por cumplir apenas la mitad de su tarea, aun sabiendo que aquellas rajaduras eran el fruto de mucho tiempo de trabajo.Estaba tan avergonzada que un día, mientras el hombre se preparaba para sacar agua del pozo, decidió hablar con él:-Quiero pedirte disculpas ya que, debido a mi largo uso, sólo consigues entregar la mitad de mi carga, y saciar la mitad de la sed que espera en tu casa.El hombre sonrió y le dijo:-Cuando regresemos, por favor observa cuidadosamente el camino.Así lo hizo. Y la vasija notó que, por el lado donde ella iba, crecían muchas flores y plantas.-¿Ves como la naturaleza es más bella en el lado que tú recorres? –comentó el hombre-. Siempre supe que tú tenías rajaduras, y resolví aprovechar este hecho. Sembré hortalizas, flores y legumbres, y tú las has regado siempre. Ya recogí muchas rosas para adornar mi casa, alimenté a mis hijos con lechuga, col y cebollas. Si tú no fueras como eres, ¿cómo podría haberlo hecho?
(Autor: Paulo Coelho. Publicado en "El Semanal", nº 729.)

viernes, 3 de abril de 2009

Hombre y mancha caminan juntos...

El hombre de la mácula
Había una vez un ser extraño. No podía ni él mismo precisar su "extrañez". No se debía ni a su apariencia física ni a su desbordada emotividad o su probada inteligencia, No. No se debía a sus ropajes de colores ocres o pardos ni a su andar pausado o su constante divagar por parajes lejanos. No se debía ni a sus sueños poblados de sombras y luces o de falsos multicolores o criaturas mitológicas y seres de difícil clasificación... No, por ahí no era. Ni se debía tampoco a su edad sin edad, a su tiempo sin tiempo, a su momento atemporal. Se debía, quizá, simple y llanamente a su lunar... un lunar grande, oscuro y de vello espeso que le cubría parte de la mano derecha... Si, tal vez, tal vez ese era el motivo, tal vez por fin había encontrado la respuesta... El lunar era la causa de esa molesta sensación de opresión ¿molesta?, en realidad era más bien una discorde sensación con un tufillo lejano de no sé que...Esa mañana estuvo revisando a conciencia su lunar, esa extraña mancha que lo cubría... tanto tiempo con él y hasta ahora le prestaba la atención que se merecía, tanto tiempo justo delante de sus narices y apenas ahora lo tenía tan claro: él era el causante de sus males, de sus dolencias, de sus pesares... él tenía la culpa de esa extraña "extrañez" que lo habitaba, esa mancha odiosa, insidiosa, negroide, animal y bastarda. Tomó la navaja... una sonrisa diabólica reflejó su rostro... Nunca se había sentido tan(m)bien. Miró el cielo: reverberaba y hasta pudo percibir una leve brisa en la frente, las sienes y el ondular de su cabello... inspiró profundamente... cuán fresco se sentía el viento hoy, como que intuía atisbos de libertad... pasó los dedos por la hoja afilada de la navaja tomándose todo el tiempo del mundo. No hay prisa, no puede haberla en un momento así... saboreó su filo, paladeó la sensación de la piel abriéndose de par en par y dejando que la sangre tomase su cause hacia la madre tierra... lentamente, se imaginó como la "mancha" se desprendía de su sitio y lentamente se consumía y devoraba a sí misma en la noche, mientras él se despedía de ella cariñosamente puesto que a partir de ese momento ya nada sería igual... La mácula por fin lo habría abandonado... Un escalofrío recorrió su espalda al intuir esto último:"¿Qué pasará entonces? ¿Qué hay más allá del lugar sin lunar? ¿Qué se sentirá respirar sin ese pesado bulto que oprime algo más que el cuerpo? ¿Adónde ir? ¿Qué hacer?" Meditó ampliamente esto. Duró varios días sin comer, dándole vueltas al asunto, un asunto que se había tornado en su prioridad, un asunto sobre el cual giraba toda su vida y su muerte. No pudo finalmente decidirse entre el deshacerse de su maldición o entregarse completamente a ella... Con la mirada perdida y vagando en el ocaso se le mira todavía... dicen de él que suspira lamento y aspira melancolía... dicen también que pasa largas horas extasiado contemplando su mancha en una procesión sin principio ni fin... Por ahí rumoran que hasta le habla y se han hecho grandes amigos aunque por momentos la odia a muerte, pero intuye que su muerte está unida a la de ella.

jueves, 2 de abril de 2009

Buscando distintas formas ... de relacionarse, de mirary de concebir el mundo, de sentir, vivir y expresarse...


Esta es la historia de Juanito, un niño como cualquier otro...
Al nacer Juanito no existía como tal, no había nadie que dijese, pensase o sintiese "ser Juanito". Simplemente existía un ser en total sintonía con el medio ambiente. Se sentía fusionado con todo lo que le rodeaba y en particular con su mamá. Para él: ella y él eran lo mismo. Respondía sensiblemente al medio que lo rodeaba, se sentía parte de todo.Conforme fue creciendo se vio envuelto en un gran dilema: en primer lugar dejó de sentir que él y su madre eran uno solo, que formaban una misma entidad inseparable y, lentamente fue dándose cuenta de que él y ella formaban 2 entidades separadas y diferenciadas... esto ocurrió de forma gradual por supuesto, no fue de sopetón, sino que sucedió poco a poco, lentamente... Ahí fue conociendo y tomando forma algo que ahora nos parece muy familiar. Dos palabras de inmensa importancia en nuestras vidas: "Yo" y "Tú". Primeramente Juanito comenzó a llamar "Yo" a su cuerpo, sus brazos, pies, labios, etc. pero lueguito más delante se dio cuenta que sentía muchas cosas, se enojaba, reía, lloraba, sentía placer al comer o defecar, etc, entonces lentamente fue poniéndole "Yo" también a esas sensaciones que vivía por dentro y... más tardecito comenzó a darse cuenta que podía ir a muchos mundos, estar en tantos sitios como quisiera, hacer infinidad de cosas con tan sólo imaginarlas y pensar en ellas y ni tardo ni perezoso llamó "Yo" a esos pensamientos, imaginaciones y sueños que tenía. Ese "Yo" iba creciendo y tornándose más y más complejo a medida que crecía y se relacionaba con su entorno inmediato, en especial con sus padres.A cierta edad Juanito se vio en un dilema terrible, en una disyuntiva enorme, como si con unas tijeras invisibles hubiesen cortado su cuerpo en dos... Ciertas cosas que gustaba hacer no eran permitidas ni aceptadas: llenarse de lodo, romper los platos, gritar y reír a todo pulmón, correr por la casa. Comenzó a darse cuenta que por algunas cosas que realizaba era premiado y por otras, a veces hasta por las mismas, era castigado... Juanito no entendía porque no podía hacer lo que quería, lo que le daba la gana. Tenia ganas de llorar y su papá le decía: "los niños no lloran" Tenía ganas de gritar o de reír y su mamá de decía: "silencio, tu papá está trabajando" etc... Podría alargar el cuento inmensamente, pero vale decir únicamente que Juanito inmerso en este problema tuvo que escoger entre actuar o hacer unas cosas que no deseaba pero que lo calificaban de "bueno" y entre otras que lo calificaban de "malo". Tuvo que ceder gran parte de su vida en aras de no perder el amor, la aceptación y la valía a los ojos de sus seres amados, aquellos que en ese momento le parecían dioses que todo lo sabían, todo lo podían, todo lo hacían...Juanito creó una estrategia adaptativa o contramanipulativa, es decir: un caparazón que le permitiera defenderse de lo que consideraba peligroso y la vez relacionarse con el medio y conseguir ser querido y aceptado. Construyó un personaje de ficción, acorde a lo que él creía le ayudaría a conseguir sus deseos o a no sentir tan duramente la frustración de no poder realizarlos; uno muy bueno, muy eficaz: toda una obra de arte que le ayudaba a relacionarse con su entorno inmediato y a conseguir en parte esa consideración positiva que necesitaba, o al menos, a no sentirse tan mal por no obtenerla. Lentamente y con el paso de los años fue perfeccionado su estrategia, agregándole colorido e identificándose con ese personaje de tal forma que desde entonces lo llama "Yo".Con el transcurrir del tiempo, 20, 30, 40 o 50 años después, Juanito descubre información nueva que le permite darse cuenta que su forma de concebir, sentir y encarar la vida no es toda la realidad ni la única que existe. Que en el proceso de la formación de su personalidad, la misma que le ha permitido sobrevivir e interactuar con el medio ambiente, perdió o dejó de lado muchos talentos y virtudes y un mundo lleno de posibilidades. Se da cuenta que existen muchas formas de ver, sentir e interpretar la vida. Que cada ser humano la filtra e interpreta de forma distinta y que, sin embargo, comparte con los demás un cierta estructura en común. Dicha estructura puede diferenciarse dentro de una de las NUEVE formas o estrategias distintas de encarar la vida y lo mejor de todo: descubre que es posible conocer cuál es el personaje, guión o libreto que ha venido representando durante toda la vida; y no sólo reconocerlo sino abrir un abanico enorme de posibilidades: para relacionarse, para actuar y desenvolverse, para responder de forma distinta a como lo ha venido haciendo durante mucho tiempo creyendo erróneamente que esa era la mejor forma de vivir; la única que existía. Recuperando así, la frescura, vitalidad, flexibilidad y espontaneidad en la forma de organizar y responder a la vida. Dicho de otra forma, pasa a ser director de la obra en lugar de ser un mero personaje.Juanito comienza a darse cuenta que gran parte del sufrimiento que ha experimentado ha sido producto de la desconexión de si mismo, y por no saber quién es en realidad y vivir de acuerdo a una estrategia que en la infancia y en algún momento en especifico resultó de mucha utilidad pero ahora se ha vuelto obsoleta: le restringe, constriñe, encorseta y no le permite respirar. Y además, se da cuenta que la inmensa mayoría de los seres humanos están viviendo de la misma forma: representando un personaje que creen son ellos mismos. Lo cual no le da alegría porque ya sabemos que "mal de muchos es consuelo de tontos".Entonces Juanito comienza a entender todo el cúmulo de experiencias que conforman su vida desde otra perspectiva y quizá a través de sumergirse en sí mismo, de Auto-conocerse y reconocer su patrón habitual de conducta pueda poco a poco ir despejando el camino y abriéndose hacia nuevas posibilidades de responder y responsabilizarse de sí mismo y de su vida. Puede que se dé cuenta y tome conciencia de que muchas de sus insatisfacciones provienen de responder de la misma forma a situaciones enteramente distintas, en lugar de hacerlo de forma sensible, espontánea y libre...
Tal vez entonces a través de ensayar en su propia vida, cambiar el rumbo, virar un poco... su vida comience a mostrar resultados más enriquecedores... En esas anda Juanito, probando formas alternas de relacionarse, de mirar y concebir el mundo, de sentir, vivir y expresarse.