Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía. Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura, y se fue a preguntar al artista:
-Su puerta no tiene cerradura ¿Cómo hace para abrirla?
-Así es, respondió el pintor, porque esa es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por dentro.
Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario