Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

sábado, 28 de marzo de 2009

No dejemos morir los sueños…

Cuenta una antigua historia india que el rey Vikram y su gran amigo y visir Butti solían disfrazarse para recorrer los barrios más pobres de su reino y así comprobar cómo era la vida de quienes allí moraban. Cierta noche, Butti se hizo pasar por un mercader extranjero, mientras que el rey adoptó el papel de su servidor. Paseando por un barrio extremadamente pobre, oyeron una música que provenía de una pequeña casucha. Al acercarse, escucharon con mayor claridad el sonido de una pandereta que acompañaba unos cantos. El rey Vikram espió el interior de la casa a través de una rendija.
- ¡Qué extraño!- exclamó el rey-. Veo aun anciano con una copa de plata en la mano que llora, una mujer con la cabeza afeitada que baila y un joven que canta y toca la pandereta. Amigo Butti, ¿puedes explicarlo?
- No mi rey, me temo que no.
- Entremos – ordenó Vikram-. Preguntémosles qué sucede. ¿Cómo pueden cantar y bailar en medio de tanta miseria?
- Majestad, dejad que llame yo. Se supone que vos sois mi servidor. Además, si les preguntamos directamente, podrían tomarlo a mal. Dejad que yo intente obtener una respuesta sin ofenderles.
Ambos estuvieron de acuerdo y Butti llamó a la puerta. La música cesó y segundos después el joven abrió.
- Buenas noches. Somos viajeros y buscamos un lugar donde pasar la noche – dijo Butti.
- Este es un barrio muy pobre – respondió el joven- y no encontrareis ninguna posada.
- ¡Qué contrariedad! – dijo Butti, que esperaba la respuesta-. Y dime… ¿sería posible gozar de vuestra hospitalidad? Nos iremos en cuanto amanezca y os pagaremos bien.
- Lo siento – contestó el joven-, pero estamos de duelo. No puedo invitaros.
- ¿De duelo? – intervino Vikram sin contenerse-. ¡Pero si estabais cantando y bailando!
- Disculpa a mi sirviente – intervino con rapidez Butti-. Es un alma sencilla y se impresiona con facilidad. Sin embargo . si nos lo permitieras, nos complacería unirnos a vuestro duelo. Es una costumbre de nuestras tierras, cuando se llega a una casa en duelo es menester sumarse a él.
- De acuerdo- dijo el joven tras considerarlo un momento-, si ese es vuestro deseo, pasad.
Una vez en el interior de la casa, pudieron ver a la mujer con la cabeza rapada y al anciano de mirada triste sentado. El joven los presentó como su esposa y su padre.
- Amable joven – intervino Butti con delicadez a-, sin pretender molestaros, ¿podrías contarnos por quién es el duelo ? Por un sueño – respondió el joven.
- ¿Un sueño? – repitió Butti.
- Sí. Hace mucho tiempo mi padre soñó que yo sería escriba y que sacaría a nuestra familia de la miseria en la que vivimos. Dedicó toda su vida y lo poco que tenía para que yo estudiase. Y ahora soy escriba pero no puedo ejercer. Unos días atrás, mi padre soñó que esta tarde vendría un príncipe y que me daría la oportunidad de ser escriba en su corte. Queríamos ofrecerle un trago de vino en una copa digna de él y, como no tenemos dinero , mi esposa ha vendido su larga cabellera para comprar esta copa de plata. Pero ya veis, es noche cerrada y no ha venido ningún príncipe. Mi esposa se ha quedado sin pelo, tenemos una copa inútil y mi padre está desconsolado. Cantamos y bailamos para intentar alegrarle.
Cuando hubo terminado de hablar, el joven volvió a tocar su pandereta y a entonar canciones con una voz que al rey y a su visir se les antojó más dulce que antes. Su esposa, tras una reverencia, reanudó su danza mientras el anciano los observaba. Vikram y Butti contemplaron el bello espectáculo hasta que despuntaron las primeras luces del alba.
Al día siguiente, Vikram y Butti se despidieron y emprendieron el regreso al palacio, no sin antes dejar una bolsa de monedas a los pies del anciano.
Días después, el rey no había conseguido olvidarse de aquel joven y decidió darle una oportunidad: anunció por toda la ciudad que se abriría un concurso para cubrir un puesto de escriba en la corte. Por la tarde, un buen número de aspirantes se acercaron a palacio, incluido el joven músico. La prueba constaba de una pregunta: ¿por qué un anciano con una copa de plata en la mano llora, un a mujer calva baila y un hombre canta alegremente al ritmo de una pandereta?
Evidentemente, solo hubo un ganador. El monarca felicitó personalmente al joven diciéndoles que le hacía muy feliz poder contar con personas capaces de cantar y bailar en la adversidad, personas que, como él, no estaban dispuestas a dejar morir sus sueños.

2 comentarios:

Guaglione dijo...

Uy, ese concurso esta un poco viciado de origen...

Anónimo dijo...

Hola! dando un repaso a los perfiles e encontrado tu blog,el titulo me atrajo mucho.Seguire pasandome por aqui me ha encantado la historia.
1 Saludo! =)