Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

martes, 6 de octubre de 2009

Cómo preparar el viaje?

El mentecato
La historia comienza cuando un día el rey entre carcajada y carcajada se le ocurre hacer más patente a ojos de toda su corte la idiocia de su grotesco truhán. Para ello lo manda llamar y en presencia de todos le dice:
- Ven mi querido amigo, que tengo un mandado que haceros.
Y entregándole una varita le encomienda la siguiente misión:
-Ve por todo el reino, incluso allende los mares y busca a alguien que sea más idiota que tu, cuando lo encuentres le entregarás esta varita.
El simpático bufón obedeciendo al punto, se arma de su petate y con la varita en una mano y una canción entre sus labios sale raudo a cumplir la voluntad del rey. En la primera jornada llega a una aldea y allí empieza a formular toda clase de preguntas a los aldeanos. Primera decepción, pues todos aciertan en las respuestas. Bueno-piensa-No es motivo para el desánimo, quizá en la aldea siguiente encuentre a alguien que sea merecedor de esta varita, la varita del rey.
Y así pasan los días, los meses y unos cuantos años en los que el bufón casi ha llegado al fin de su viaje sin haber encontrado a alguien que de acuerdo al mandato del rey, fuera más mentecato que él. Cuando de súbito es alcanzado por un correo de la corte que había estado siguiendo sus pasos. El bufón toma la acartonada misiva y exclama:
Oh!, lleva el sello real, y el mensaje se expresa en términos graves...
-Querido amigo, te ruego regreses prestamente a Palacio pues necesito de tu presencia en estas últimas horas que me restan de vida.
El bufón visiblemente emocionado a la par que entristecido por la noticia obedece la orden del rey y en poco tiempo se encuentra a su lado. El rey al verlo le hace un gesto para que se aproxime a su lecho de muerte y le dice con gran esfuerzo:
-Ah! que alegría verte de nuevo, ya no me queda mucho mi querido truhán.
Al pequeño bufón, sin embargo, se le ocurre hacerle una pregunta, -Majestad, decidme, ¿os habéis preparado para este viaje?. Y el rey sin comprender muy bien lo que quiere decir le contesta- Pues no, no he hecho preparativo alguno.
Entonces el bufón sacando la varita de su bolsa la coloca entre las manos del rey. Por fin había encontrado a alguien más mentecato que él.
(Anónimo)

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