
En el escritorio de un poeta había un tintero que se daba mucha importancia. Decía: "Es increíble la de cosas hermosas que salen de mí. Con una gota de mi tinta se llena una página. ¡Y cuántas cosas magníficas se pueden leer!" La pluma, resentida replicó: "¿No comprendes, tonto, que tú solamente pones la materia prima? Soy yo la que escribo con tu tinta. ¡La pluma es la que escribe!".
Volvió el poeta, que había ido a un concierto, y con la música se había inspirado- Y escribió en una hoja: "Qué necios serían el arco y el violín si pensaran que son ellos los que tocan!
Justo López Melús
Justo López Melús
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