Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Y todavía hoy unos se creen más auténticos que otros

LOS TRES ANILLOS
Teniendo necesidad de dinero, Saladín pensó ponerle una trampa a un rico judío que era su súbdito, para después sacarle algún dinero si caía en error.
Mandó, pues, llamarlo a su presencia, y le preguntó cuál era, según su parecer, la mejor religión. «Sí dice la judía, pensaba aquel infeliz, yo le diré que peca contra mi fe; y sí dice la sarracena, yo le diré: Entonces, ¿por qué practicas tú la judía?»
Pero escuchando la pregunta del soberano, aquel tal, que no era tonto, le respondió así:
«Señor, hubo una vez un padre de familia que tenía tres hijos muy queridos y tenía en su poder un anillo bellísimo, adornado con una gema preciosa, la mejor gema que existe en el mundo. Estos hijos suyos, cada uno le rogaba que a su muerte le dejase a él aquel adorno precioso; por lo tanto el padre deseoso de contentarlos, mandó secretamente a por un habilísimo orfebre. Y le dijo: “Maestro, tú tienes que hacerme dos anillos semejantes en todo a éste, con una gema idéntica en cada uno".
Y el orfebre lo contentó, e hizo dos anillos tan iguales al primero que nadie podía conocer cuál era el verdadero: nadie sino sólo el padre.
Entonces, el padre mandó llamar a los hijos, uno por uno, y a cada uno le entregó secretamente un anillo; de modo que cada uno creyó que tenía aquél bueno y ninguno sabía cuál era el verdadero, sino sólo el padre.
Así es con la fe, Señor. La Fe, tú lo sabes, son tres. El Padre que la dio a sus hijos, sabe bien cuál es la mejor. Pero los hijos, que somos nosotros, cada uno cree tener aquella buena; y el Padre sonríe a todos y quiere que cada uno lleve en el dedo aquel anillo que le ha dado.

Autor: De novellino. Anónimo del siglo XIII

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