Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

domingo, 31 de mayo de 2009

Volar juntos pero jamás atados

VIVIR JUNTOS
Cuenta una leyenda de los indios Sioux que, cierta vez, Toro Bravo e Nube Azul llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:
- Nosotros nos amamos y vamos a casarnos. Pero nos amamos tanto que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte. Hay algo que podamos hacer?
Y el viejo, emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos por una palabra, les dijo:
- Hacer lo que pueda ser hecho, aunque sean tareas muy difíciles. Tu, Nube Azul, debes escalar el monte al norte de la aldea solo con una red, cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí, con vida, hasta el tercer día después de la luna llena. Y tú, Toro Bravo, debes escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás a las mas brava de todas las águilas. Solamente con una red deberás atraparla y traerla para mí, viva!
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron para cumplir con la misión.
El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él les había pedido.
- Y ahora, qué debemos hacer? Los jóvenes le preguntaron.
-Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen, libres.
Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno.
Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.
Entonces, el viejo dijo:
- Jamás se olviden lo que están viendo. Y este es mi consejo: Ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no sólo vivirán arrastrándose sino también, mas tarde o mas temprano, comenzarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados.
Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas
Esta es una verdad en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y profesionales.
Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.
La lección principal es saber que solamente libres las personas son capaces de amar.
ANÓNIMO

sábado, 30 de mayo de 2009

La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir.

Tazón de Madera
El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situación...
" Tenemos que hacer algo con el abuelo",dijo el hijo. " Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo". Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida. El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?". Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.". Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

sábado, 16 de mayo de 2009

La solidaridad y el sentido de comunidad...

El comportamiento de los gansos.
Lo que los animales nos enseñan sobre la solidaridad y el sentido de comunidad.
Él próximo otoño, cuando veas a los gansos emigrar dirigiéndose a un lugar más cálido para pasar el invierno, observa que vuelan formando una V, una V corta. Tal vez te interese saber que la ciencia ha descubierto por qué vuelan en esa forma. Se ha comprobado que, cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada completa aumenta su poder, por lo menos un 71% más que si cada pájaro volara solo.
Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente, porque van apoyándose mutuamente, haciendo que los logros sean aún mejores.
Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a la formación, para beneficiarse del poder del compañero que va adelante.
Si nos unimos y nos mantenemos juntos a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y placentero el logro de alcanzar las metas previstas.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar. Los hombres obtendremos los mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento compartiendo los problemas y los momentos más difíciles.
Los gansos que van detrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva y produce el mejor de los beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera y sólo entonces los dos acompañantes vuelan a su bandada o se unen a otro grupo.
Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos. Si hacemos realidad el espíritu de equipo, si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones, si entendemos el verdadero valor de la amistad y si somos conscientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple y el vuelo de los años más placentero.

(Desconocida procedencia)

viernes, 15 de mayo de 2009

Detrás de las apariencias puede estar la verdad…

El buitre y la paloma
Rodeando un castillo había dos pájaros: un horrible buitre y una hermosa paloma...
Siempre que el buitre se acercaba los guardias trataban de expulsarlo mientras que a la paloma le daban comida. Aún así el buitre continuaba regresando. Sin saberlo éste comía las ratas que abundaban en el edificio.

El sabio del rey solo observaba.
Un día los enemigos lograron llegar hasta la habitación del rey. Afuera estaba la paloma que los miró sin moverse o hacer cualquier gesto excepto comer.
Pero cuando los soldados enemigos se acercaron al pequeño hijo del rey que ahí se encontraba, el buitre los atacó fuertemente. Asustados empezaron a gritar y pronto los guardias aparecieron capturándolos.
Más tarde el rey se reunión con su sabio y conversaron sobre lo que había sucedido.
- Creo de ahí podemos aprender algo muy importante majestad
- Y ¿Qué lección podemos extraer de tan insólita situación sabio?
- No siempre lo que parece bonito a los ojos es realmente leal. Aunque la paloma haya sido alimentada todo este tiempo no hizo nada para defender a los que la alimentaron. El buitre sin embargo sí fue capaz de realizara pesar de su aspecto desagradable. En realidad creo que él es más bello que la paloma pues sus actos así lo fueron.
- Usted tiene toda la razón. Desde luego mis guardias ya tienen órdenes expresas de alimentar el buitre como gratitud por lo que hizo.
Así el buitre terminó su vida muy bien alimentado y sin sufrir más persecuciones mientras la paloma por algo dejó de aparecer en el castillo.
(Anónimo)

jueves, 14 de mayo de 2009

Atentos a las señales de humo…

Se quema tu choza
Un día, zarpó un barco a alta mar. Iban 20 hombres. Era un viaje de 50 días y entre ellos se encontraba un creyente de quien todos en la tripulación se burlaban...
Una noche estallo el cuarto de máquinas y se hundió el barco sobreviviendo solo el creyente al naufragio.
El único sobreviviente de un naufragio estaba sobre una pequeña isla desierta. Estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara. Todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Ya cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabaña para protegerse y proteger sus pocas posesiones.
Un día se fue a pescar y regreso corriendo al ver que se quemaba su choza y no pudo salvar nada. después de haber perdido todo, anduvo vagando en la isla como sonámbulo, ya sin esperanza.
El náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: “¿Cómo pudiste hacerme esto?”, y se quedó dormido sobre la hamaca.
Temprano a la mañana siguiente, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo!.
Al llegar sus salvadores les preguntó:
''¿Cómo sabían que yo estaba aquí?''.
Y ellos les respondieron:
''Vimos las señales de humo que nos hiciste...''
Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme. . . . No pierdas la fe. Puede ser simplemente la señal de humo que te salve…
(Anónimo)

miércoles, 13 de mayo de 2009

El verdadero valor...

El hijo.
Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección; desde Picasso hasta Rafael.
Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte, desgraciadamente, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado.
El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes más tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos dijo al padre: "Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. El salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente.
El hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte."
El muchacho extendió los brazos para entregar el paquete: "Yo se que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto." El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado.
El contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se arrasaron de lágrimas.
Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. "Oh no, Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Es un regalo."
El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería. El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta con todas las pinturas que poseía.
Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo.
El subastador golpeo su mazo para dar inicio a la subasta. "Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quien ofrece por este retrato?" Hubo un gran silencio.
Entonces una voz del fondo de la habitación gritó: "Queremos ver las pinturas famosas" "Olvídese de esa". Sin embargo el subastador persistió: "Alguien ofrece algo por esta pintura? 100.00€? 200.00€?" Otra voz gritó con enojo: "No venimos por esa pintura, Venimos por los Van Goghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad"
Pero aún así el subastador continuaba su labor: "El Hijo, El Hijo, Quien se lleva El hijo?" Finalmente una voz se oyó desde muy atrás de la habitación: "Yo doy diez € por la pintura" Era el viejo jardinero del padre y del hijo. Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer.
"Tenemos 10€? Quien da 20€?", gritó el subastador. La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de El Hijo. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.
El subastador golpeó por fin el mazo: "Va una, van dos, VENDIDA por 10€" "Empecemos con la colección!", gritó uno. El subastador soltó su mazo y dijo: "Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final"
"Pero, y las pinturas?", dijeron los interesados; "Lo siento", contesto el subastador; "cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de EL HIJO sería subastada. Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que aceptó quedarse con EL HIJO se queda con TODO.
(Anónimo)

martes, 12 de mayo de 2009

El AMOR más grande del mundo...

El Regalo más grande del mundo.
"El día que mi María José nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener hijo. Yo quería un varón.
A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de María José y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento. Todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes, todo sería para mi María José."
Este relato era contado a menudo por Randolf, el padre de María José. Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Randolf, según decía él mismo. Una tarde estaba mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabló una conversación con su papá, un diálogo que todos escuchamos...
-Papi, cuando cumpla quince años... ¿Cuál será mi regalo?.
-Pero mi amor si apenas tienes diez añitos... ¿No te parece que falta mucho para esa fecha?.
-Bueno papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí.
La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con Randolf enfrente del colegio donde estudiaba su hija quien ya tenía catorce años.
El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de María José, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de nueve puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicité al dichoso padre y le invité a un café.
María José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de su familia, especialmente en el corazón de su padre. Todo ocurrió un domingo, muy temprano, cuando nos dirigíamos a misa... En ese momento María José tropezó con algo, o eso creímos todos, y ella dio un traspié. Sin embargo, en ese momento no cayó pues su padre la tomó de inmediato, evitando que se lastimara. De cualquier forma, ya instalados en el auto, vimos como María José se tumbó lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. Inmediatamente, buscando un taxi, la llevamos al hospital.
Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debían practicársele otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme.
Los días iban transcurriendo, Randolf renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de María José, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él. Una mañana Randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó:
- ¿Voy a morir, no es cierto?. Te lo dijeron los médicos.
- No mi amor, no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo- respondió el padre.
- ¿Van a algún lugar?. ¿Pueden ver desde lo alto a las personas queridas?. ¿Sabes si pueden volver?.
- Bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. Estando en el mas allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
- ¿Al viento?- replicó María José. - ¿Y cómo lo harías?.
- No tengo la menor idea hija, solo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a Randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡Un corazón!. ¿Dónde hallaría un corazón?. ¿Lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que propagan por radio y televisión?. ¡Un corazón!. ¿Dónde?.
Ese mismo mes, María José cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. El domingo por la tarde, ya María José estuvo operada y todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡Éxito total!.
Sin embargo, Randolf no había vuelto por el hospital y María José lo comenzó a extrañar. Su mamá tuvo que explicarle que ya que todo estaba bien, a partir de ese momento su papá era quien trabajaría para sostener la familia. María José permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron. Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre.
María José, mi gran amor:
"Al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuanto lamento no poder estar a tu lado en este instante. Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba ¿qué podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mi, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenías diez años y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡Vive hija!. Te amo!!!!...
También quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. Te Amo y siempre Te Amaré, porque eres lo más grande y hermoso que Dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre TE AMARÉ..."
María José lloró todo el día y toda la noche. Al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurró:
-Papi ahora puedo comprender cuanto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. Por eso también comprendo la importancia de decir "TE AMO". Y te pido perdón por haber guardado silencio... en ese instante las copas de los árboles se movieron suavemente y cayeron algunas flores.
Sintió María José que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca besó sus mejillas. Alzó la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a Dios por eso. Se levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo"...
(Anónimo)

lunes, 11 de mayo de 2009

Gracias por creer en mi…

Yo Puedo Hacer La Diferencia.
Su nombre era Mrs. Thompson. Mientras estuvo al frente de su clase de 5º grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira. Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado Teddy Stoddard.
Mrs. Thompson había observado a Teddy desde el año anterior y había notado que el no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño. Teddy comenzaba a ser un tanto desagradable.
En la escuela donde Mrs. Thompson enseñaba, le era requerido revisar el historial de cada niño, ella dejó el expediente de Teddy para el final. Cuando ella revisó su expediente, se llevó una gran sorpresa.
La Profesora de primer grado escribió:
"Teddy es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales ... es un placer tenerlo cerca".
Su profesora de segundo grado escribió:
"Teddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil".
La profesora de tercer grado escribió:
"Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. El trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas".
Su profesora de cuarto grado escribió:
"Teddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".
Ahora Mrs. Thompson se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma. Ella comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos le llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y papel brillante, excepto Teddy. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que el había tomado de una bolsa de papel.
Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con sólo un cuarto de su contenido. Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se colocaba un poco del perfume en su muñeca. Teddy Stoddard se quedo ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir: "Mrs. Thompson, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá".
Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir. En lugar de eso, comenzó a educar a los niños. Mrs. Thompson puso atención especial en Teddy. Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir. Mientras más lo apoyaba, el respondía más rápido. Para el final del ciclo escolar, Teddy se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase.
Un año después, ella encontró una nota debajo de su puerta, era de Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Catorce años después recibió otra nota. En esta ocasión le explicaba que después de que concluyó su carrera, decidió viajar un poco. La carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Dr. Theodore F. Stoddard.
La historia no termina aquí, existe una carta más que leer, Teddy ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a casarse. Explicaba que su padre había muerto hacía un par de años y le preguntaba a Mrs. Thompson si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio, por supuesto Mrs. Thompson aceptó. Ella llegó usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Teddy recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al oído, "Gracias Mrs. Thompson por creer en mi. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".
Mrs. Thompson tomó aire y dijo, "Teddy, te equivocas, tu fuiste el que me enseñó a mi que yo puedo hacer la diferencia. No sabía cómo educar hasta que te conocí".
Anónimo

domingo, 10 de mayo de 2009

Cuando el AMOR es verdadero...

El Amor Verdadero....
Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio.
Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando ésta se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.
El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relato lo siguiente:
" Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta.
A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital.
Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido. Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas.
El pidió a mi hermano teólogo que le dijera, donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención.
De pronto pidió: "llévenme al cementerio". "Papá" respondimos " Son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora!" Alzo la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más.
Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida.
Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 buenos años ...saben?, Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así".
Hizo una pausa y se limpio la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, Cambio de empleo", continuo,"Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores...
Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida . Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios.
La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."
Cuando mi padre termino de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo esta bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor.
Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, mas bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.
Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle, ese tipo de amor era algo que no conocían.
(Anónimo)

sábado, 9 de mayo de 2009

La aparienza... no lo es todo

Dime a quien amas y te diré quien eres.
John Blanchard se levantó de la banca, alisó su uniforme de marino y analizó a la muchedumbre que hormigueaba en la Gran Estación Central de Nueva York. Buscaba a la chica cuyo corazón conocía, pero cuya cara no haba visto jamás, la chica con una rosa en su solapa.
Su interés en ella había empezado trece meses antes en una biblioteca de Florida. Al tomar un libro de un estante, se sintió intrigado, no por las palabras del libro, sino por las notas escritas a lápiz en el margen. La suave letra reflejaba un alma pensativa y una mente lúcida. En la primera página del libro, descubrió el nombre de la antigua propietaria del libro, la señorita Hollis Maynell.
Invirtiendo tiempo y esfuerzo, consiguió su dirección. Ella viva en la ciudad de Nueva York. Le escribió una carta presentándose e invitándola a cartearse.
Al día siguiente, sin embargo, fue embarcado a ultramar para servir en la Segunda Guerra Mundial. Durante el año y el mes que siguieron, ambos llegaron a conocerse a través de su correspondencia. Cada carta era una semilla que caía en un corazón fértil; un romance comenzaba a nacer.
Blanchard le pidió una fotografía, pero ella se rehusó. Ella pensaba que si él realmente estaba interesado en ella, su apariencia no debía importar.
Cuando finalmente llegó el día en que el debía regresar de Europa, ambos fijaron su primera cita a las siete de la noche, en la Gran Estación Central de Nueva York. Ella escribió: "Me reconocerás por la rosa roja que llevaré puesta en la solapa." Así que a las siete en punto, él estaba en la estación, buscando a la chica cuyo corazón amaba, pero cuya cara desconocía.
Dejaré que el señor Blanchard relate lo que sucedió después:
"Una joven venía hacia mi, y su figura era larga y delgada. Su cabello rubio caía hacia tras en rizos sobre sus delicadas orejas; sus ojos eran tan azules como flores. Sus labios y su barbilla tenían una firmeza amable y, enfundada en su traje verde claro, era como la primavera encarnada. Comencé a caminar hacia ella, olvidando por completo que debía buscar una rosa roja en su solapa. Al acercarme, una pequeña y provocativa sonrisa curvó sus labios. '¿Vas en esa dirección, marinero?' murmuró".
Casi incontrolablemente, di un paso para seguirla y en ese momento vi a Hollis Maynell. "Estaba parada casi detrás de la chica. Era una mujer de más de cuarenta años, con cabello entrecano que asomaba bajo un sombrero, en sus pies, anchos como sus tobillos, lucían unos zapatos de tacón bajo." "La chica del traje verde se alejaba rápidamente. Me senté como partido en dos, tan vivo era mi deseo de seguirla y, sin embargo, tan profundo era mi anhelo por conocer a la mujer cuyo espíritu me había acompañado tan sinceramente y que se confundía con el mío. Y ahí estaba ella. Su faz pálida y regordeta era dulce e inteligente, y sus ojos grises tenían un destello cálido y amable. No dudé más. Mis dedos afianzaron la gastada cubierta de piel azul del pequeño volumen que haría que ella me identificara.
"Esto no será amor, pero será algo precioso, algo quizá aun mejor que el amor: una amistad por la cual yo estaba y debía estar siempre agradecido. Me cuadré, saludé y le extendí el libro a la mujer, a pesar de que sentía que, al hablar, me ahogaba la amargura de mi desencanto."
"Soy el teniente John Blanchard, y usted debe ser la señorita Maynell. Estoy muy contento de que pudiera usted acudir a nuestra cita. Puedo invitarla a cenar? La cara de la mujer se ensanchó con una sonrisa tolerante. 'No se de que se trata todo esto, muchacho,' respondió, 'pero la señorita del traje verde que acaba de pasar me suplicó que pusiera esta rosa en la solapa de mi abrigo. Y me pidió que si usted me invitaba a cenar, por favor le dijera que ella lo está esperando en el restaurante que está cruzando la calle'
No es difícil entender y admirar la sabiduría de la señorita Maynell.
La verdadera naturaleza del corazón se descubre en su respuesta a lo que no es atractivo.
"Dime a quién amas," escribió Houssaye, "y te diré quien eres."
(Anónimo)

viernes, 8 de mayo de 2009

Soberan@s de nuestra propia vida...

LA BRUJA Y EL REY ARTURO
El joven rey Arturo fue sorprendido y apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques. El rey pudo haberlo matado en el acto, pues tal era el castigo para quienes violaban las leyes de la propiedad, pero se conmovió ante la juventud y la simpatía de Arturo y le ofreció la libertad, siempre y cuando en el plazo de un año hallara la respuesta a una pregunta.
La pregunta era: ¿Que quiere realmente la mujer?
Semejante pregunta dejará perplejo hasta al hombre más sabio. Y al joven Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo, aquello era mejor que morir ahorcado, de modo que regresó a su reino y empezó a interrogar a la gente.
A la princesa, a la reina, a prostitutas, a monjes, a los sabios y al bufón de la corte... En suma, a todos, pero nadie le pudo dar una respuesta convincente. Eso si, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja, pues solo ella sabría la respuesta. El precio seria alto, ya que la vieja bruja era famosa en todo el reino por el precio exorbitante que cobraba por sus servicios. Llegó el último día del año convenido y Arturo no tuvo más remedio que consultar a la hechicera. Ella accedió a darle una respuesta satisfactoria con la condición de que primero aceptara el precio: Ella quería casarse con Gawain, el caballero más noble de la Mesa Redonda y el más íntimo amigo de Arturo! El joven Arturo la miró horrorizado: era jorobada, feísima, tenía un solo diente, despedía un hedor que daba nauseas, hacía ruidos obscenos... Nunca se había topado con una criatura tan repugnante.
Se acobardó ante la perspectiva de pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por el esa carga terrible. No obstante, al enterarse del pacto propuesto, Gawain afirmó que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su compañero y la preservación de la Mesa Redonda.
Se anunció la boda y la vieja bruja, con su sabiduría infernal, dijo: "Lo que realmente quiere la mujer es: - ser la soberana de su propia vida - "
Todos supieron al instante que la hechicera haba dicho una gran verdad y que el joven rey Arturo estaría a salvo. Así fue: al oír la respuesta, el monarca vecino le devolvió la libertad.
Pero menuda boda fue aquella... Asistió la corte en pleno y nadie se sintió mas desgarrado entre el alivio y la angustia que el propio Arturo. Gawain se mostró cortés, gentil y respetuoso. La vieja bruja hizo gala de sus peores modales, engulló la comida directamente del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos.
Llegó la noche de bodas: Cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial aguardaba a que su esposa se reuniera con él,... ella apareció con el aspecto de la doncella mas hermosa que un hombre deseara ver!...
Gawain quedó estupefacto y preguntó que había sucedido. La bruja respondió que como había sido cortés con ella, la mitad del tiempo se presentará con su aspecto horrible y la otra mitad con su aspecto atractivo, y le preguntó cual prefería para el día y cual para la noche?
Que pregunta más cruel? !! Gawain se apresuró a hacer cálculos.
Quería tener durante el día a una joven adorable para exhibirla ante sus amigos y por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa? O prefería tener de día a una bruja y a una joven hermosa en los momentos íntimos de su vida conyugal? Ustedes que hubieran preferido? Que hubieran elegido?
(La elección de Gawain está más abajo, pero antes de leerla tomen su decisión.)
El noble Gawain replicó que la dejaría elegir por si misma...
Al oír esto, ella le anunció que seria una hermosa dama de día y de noche, porque él la había respetado y le había permitido ser dueña de su vida.
(Anónimo)

jueves, 7 de mayo de 2009

Paciencia , humildad…y no presuponer

En los días en que un helado costaba mucho menos que ahora, un niño de diez años entro en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de el. ¿Cuánto cuesta un helado con chocolate y maní? Pregunto el niño; cincuenta centavos, respondió la mesera. El niño saco su mano del bolsillo y examinó un número de monedas.
¿Cuánto cuesta un helado sólo?, volvió a preguntar. Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. Quiero el helado sólo dijo. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño termino el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar con lo que vio. Allí puesto ordenadamente junto al plato vacío habían veinticinco centavos, su propina.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Los que son importantes y los que no…

La Diferencia
Contesta este examen rápido:
Lista 1
1.- Nombra las 5 personas más adineradas del mundo...
2.- Nombra las 5 últimas ganadoras del concurso Miss Mundo...
3.- Nombra 10 personas ganadoras del premio Nobel o el Pulitzer...
4.- Nombra los 6 últimos ganadores del Premio Oscar de la Academia...
5.- Nombra los últimos 5 ganadores del Mundial de Futbol...

Cómo te fue? Mal?
Esa gente es la mejor en su ramo, pero ninguno de nosotros recuerda los encabezados de ayer.
El punto es:
Los aplausos se van, los trofeos se decoloran, los ganadores se olvidan!

Ahora contesta este otro, veamos como te va ahora:

Lista 2
1.- Lista algunos maestros o profesores que te hayan ayudado en tu vida.
2.- Nombra tres amigos que te hayan ayudado en tiempos difíciles.
3.- Nombra cinco personas que te hayan dicho algo valioso.
4.-Piensa en algunas personas que te hayan hecho sentir una persona especial.
5.- Piensa en cinco personas con las que disfrutes pasar tu tiempo.
6.- Nombra media docena de héroes cuyas vidas te hayan inspirado.

Como te fue? Mejor?

Las personas que hacen la DIFERENCIA en tu vida NO son aquellos con la mejores credenciales, el mayor dinero o los mayores premios...
La DIFERENCIA la hacen aquellas personas que se preocupan por ti, que te cuidan,que te quieren.

martes, 5 de mayo de 2009

Estar a la altura... y dar vida

La cajita de música
El ensordecedor ruido de la persiana anuncia que es la hora que la tienda de antigüedades abre sus puertas al público. El dueño, tan viejo como su mercancía, se abre paso entre cantidad de cachivaches antiguos: baúles, máquinas de coser, vajillas de porcelana, muñecas, marionetas, fotografías...
Cada uno de esos objetos guarda el alma de sus antiguos propietarios, todos esperan ser rescatados del más absoluto de los olvidos, apilados unos contra otros, como si de un campo de exterminio se tratara.
La cajita de música sigue siendo una diva a pesar de su venida a menos. Su propietaria durante muchos años, perteneciente a una familia de rancio abolengo, alimentó su vanidad, la acostumbro a que la admiraran por su fina marquetería que la adornaba y por los dulces sonidos que de ella emanaban. El personal de servicio la zarandeaba un tanto bruscamente para limpiarla pero en realidad nunca nadie la trato con cariño.
Cuando su dueña falleció, fue considerada sólo como una parte más del mobiliario, ninguno de sus herederos le dio el más mínimo valor, ni consideraron que era necesaria ya su presencia en esa casa.
La cajita se sintió despreciada, pero su orgullo la llevaba a observar con frialdad cada día a la gente que entraba y salía de la tienda, segura de saber reconocer quien sería digno de llevarla a su casa.
De pronto observó con horror las manos que la recogían cuidadosamente del estante… “es imposible que Él se quede conmigo”- pensó. No tiene pinta de tener un palacete ni nada por el estilo, se dará cuenta en seguida que no esta a mi altura y me volverá a dejar en la repisa. Cuando quiso darse cuenta el dueño de la tienda la envolvió cuidadosamente y se la entregó a quien a partir de ahora para su horror, seria su nuevo propietario.
Vivió con angustia el viaje hacia su nueva casa, los prejuicios que el alma de su anterior dueña le había inculcado la atenazaban. Cuando por fin llegaron a su nuevo hogar, las sensaciones que tuvo a partir de ese momento la fueron transformando día a día.
Nunca nadie la cogió con tanta delicadeza como aquellas rudas manos. El mismo la restauró con esmero, arregló su maquinaria para que su dulce melodía volviera a sonar en la más perfecta armonía. Sus manos eran cálidas, su casa era un hogar auténtico para ella.
La bajó de aquel pedestal que había sido su anterior vida; su sitio ya no era un escaparate de cada a la galería, a partir de ese momento lució como nunca desde la sencillez de su dueño, quien le ofreció una visión diferente de la vida. Por primera vez no se sintió como una cajita de música sin vida.

Taber

lunes, 4 de mayo de 2009

Somos responsable de la cara que ponemos y que luego se reflejará...

EL CUENTO DE LOS MIL PERRITOS
Se dice que hace tiempo en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito, buscando refugio del sol, logro meterse por un agujero en dicha casa. Una vez dentro, llego a una habitación en la cual había mil perritos más.
El perrito del cuento comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los otros mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente nuestro perro sonrío y le ladro alegremente a uno de ellos. Y se quedo sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con el.
Cuando salió de la habitación, el perito del cuento se quedo pensando:
"!Qué lugar tan agradable! !Voy a venir mas seguido a visitarlo!"
Tiempo después, otro perro callejero entro al mismo sitio, pero a diferencia del anterior, este perrito, al ver a los otros mil perritos se sintió amenazado ya que lo estaban mirando de manera agresiva.
Empezó a gruñir; y de inmediato vio como los mil perritos le gruñían y ladraban a el también. Cuando este perro salió de la habitación pensó: "!Qué lugar tan horrible es este! !Nunca más volver a entrar allí!"
Ninguno de los dos perros sabia leer, pero en el frente de la casa había un letrero que decía: "La casa de los mil espejos".

Todos los rostros son espejos. Decidimos que rostro llevaremos por dentro y ese será el rostro que a veces mostraremos. El reflejo de nuestros gestos y acciones es lo que proyectamos ante los demás, y ellos nos devuelven de la misma manera.
No olvidemos que somos responsable de la cara que ponemos.

domingo, 3 de mayo de 2009

Cada vez que me pongo una máscara...

LA MASCARA
Cada vez que me pongo una máscara lo hago para tapar mi realidad fingiendo ser lo que no soy, lo hago para atraer la gente; luego descubro que solo atraigo a otros enmascarados alejando a los demás debido a un estorbo: LA MASCARA
Cada vez que me pongo una máscara lo hago para evitar que la gente vea mis debilidades, luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me pueden ver por lo que soy, sino por LA MASCARA
Cada vez que me pongo una máscara lo hago para preservar mis amistades; luego descubro que cuando pierdo un amigo por haber sido auténtico, realmente no era amigo mío sino de LA MASCARA.
Cada vez que me pongo una máscara lo hago para evitar ofender a alguien y ser diplomático; luego descubro que aquello que ofende a las personas con quien quiero intimar, es LA MASCARA.
Cada vez que me pongo una máscara lo hago convencido que es lo mejor que puedo hacer para ser amado luego descubro la gran paradoja...
Lo que más deseo lograr con mi máscara es precisamente lo que impido con ella.
Gilbert Brenson

sábado, 2 de mayo de 2009

No perder las lágrimas

Iba la lechera.
Iba la lechera con su cántaro.
Tropezó, cayó el cántaro al suelo y se quebró.
La lechera se echó a llorar desconsoladamente.
Le preguntó un hombre que pasaba, y que había leído la fábula de la lechera:
-¿Lloras porque con la leche ibas a comprar huevos, que te iban a dar pollos, que se iban a volver gallinas, que ibas a cambiar por una ternera, que se convertiría en vaca y te daría más terneras que venderías para comprar una casa y ya dueña de casa encontrarías marido?
-No -respondió la lechera-.
Lloro porque quebré mi cántaro y derramé la leche. Eso es lo que perdí, y eso es lo que lloro.
Las lágrimas que se lloran por los sueños perdidos, son lágrimas perdidas, y no quiero perder también mis lágrimas.
(Anónimo)

viernes, 1 de mayo de 2009

El éxito está en la superación de los obstáculos...

LA ESPERANZA DE UN SUEÑO
Una pequeña oruga caminaba un día en dirección al Sol. Muy cerca del camino se encontraba una langosta. -"¿Hacia dónde te diriges?", le preguntó. Sin dejar de caminar, la oruga contestó: "Tuve un sueño anoche: soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que ví en mi sueño y he decidido realizarlo". Sorprendida, la langosta dijo mientras su amiga se alejaba: -"Tú debes estar loca. ¿Cómo podrías llegar hasta aquel lugar?. ¡Tú, una simple oruga!. Una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable". Pero la oruga ya estaba lejos , y no la escuchó.
Sus diminutos pies no dejaron de moverse.
De pronto, se oyó la voz de un escarabajo: -"¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?". Sudando, la oruga le dijo jadeante: -"Tuve un sueño y deseo realizarlo. Subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo". El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: -"Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa".
El escarabajo se quedó en el suelo tumbado de la risa, mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor, aconsejaron a nuestra amiga a desistir. "¡Tú no lo lograrás jamás!", le dijeron, pero en su interior había un impulso que la obligaba a seguir. Ya agotada, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. "Estaré mejor", fue lo último que dijo, y murió. Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno del que murió por querer realizar un sueño irrealizable. Una mañana, en la que el Sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto, quedaron atónitos. Aquel capullo duro comenzó a resquebrajarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que podía ser la de la oruga que todos creían muerta...
Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: una mariposa.
No hubo nada que decir. Todos sabían lo que haría, se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño: el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.
El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que superar en el camino.