SABIDURÍA Y JUSTICIA
Poseía una caja de pinturas
Pero no tenía ni el color rojo
Para la sangre de los heridos,
Ni el blanco para los corazones y
Rostros de los muertos.
Tampoco tenía el amarillo
Para las abrasadoras arenas del desierto.
En su lugar tenía el naranja
Para la aurora y el ocaso,
Y el azul para los nuevos cielos
Y el rosa para los sueños de la gente joven.
Me senté y pinté la paz.
(Escrito por un niño latinoamericano de 10 años).
Poseía una caja de pinturas
Pero no tenía ni el color rojo
Para la sangre de los heridos,
Ni el blanco para los corazones y
Rostros de los muertos.
Tampoco tenía el amarillo
Para las abrasadoras arenas del desierto.
En su lugar tenía el naranja
Para la aurora y el ocaso,
Y el azul para los nuevos cielos
Y el rosa para los sueños de la gente joven.
Me senté y pinté la paz.
(Escrito por un niño latinoamericano de 10 años).
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