Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Aprendizaje

LA RED
Un día dos hermanos fueron a pasear a un barrio de pescadores para ver un marinero que conocían. Lo encontraron sentado a la puerta de la cabaña, de bruces al mar, arreglando una red de pescar.
- Buenos días - les dijo el pescador -¿Como estáis?
- Muy bien, gracias - respondieron los pequeños -.
- ¿Y que buen viento os trae por aquí?
- Es que nos gustaría de llevar una barca, y como vos tenéis una, hemos pensado que quizás nos querríais enseñar, es lo que nos gusta más de todo.
- No diré que no - contestó el pescador -. Ahora tengo este trabajo entre manos, pero quizás sí que después os enseñare, primero el uno y después el otro, si es que tenéis ganas de aprender. Mirad, ahora me he de ir un momento; vosotros podéis continuar arreglando esta red que es necesario acabar; anudáis todos los hilos rotos. Y les enseñó como se hacían los nudos de la malla. Cuando ya estaba lejos, el hermano mayor empezó a mirar fuera.
- ¡Que bien que se ve el mar! - dijo -. Las olas van y vienen hasta la playa; casi hasta la puerta de la casa; parecen caballos cubiertos de espuma que salten adelante y atrás. Ven a verlo.
- No puedo, ahora - dijo el pequeño -.Estoy haciendo un nudo.
- ¡Mira! - gritó el mayor -. Ahora veo la barca. Danza encima las olas como una dama en un salón. Nunca había visto una cosa más bonita. ¡Ven a verlo, hombre!
- No puedo ahora - contestó el pequeño -. Estoy haciendo otro nudo.
- Que me gustaría de llevar la barca! - continuó el mayor -. Estoy cierto que el pescador me cogerá primero a mí porqué soy el mayor y sé más que tú. Ni siquiera he mirado cuando quería enseñarme de hacer los nudos porque ya sabía. En aquel momento llegó el pescador.
- Ya estoy listo. ¿Qué habéis hecho mientras yo estaba fuera?
- Yo he mirado la barca - dijo el más mayor -. ¡Qué bonita es! Me parece que ya me encuentro dentro.
- Yo he ido tirando nudos - dijo el pequeño -.
- Ale, pues, vamos - contesto el pescador cogiéndolo por la mano -; subiremos a la barca y te enseñaré a llevarla.
- ¡Pero si yo soy el mayor! - gritó el otro -. Y sé mucho más que no él.
- Quizás sí - respondió el pescador -; pero es necesario saber hacer nudos antes de aprender a llevar una barca.
- Ya he aprendido ha hacer nudos - exclamó el chico mayor -. Y sé hacerlos a las mil maravillas.
- ¿Ah sí? ¿Pero como puedo saberlo yo? - exclamó el pescador.
Y el pescador y el pequeño marcharon juntos con la barca, mar adentro.
(Anónimo)

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