Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Buscar la salida

Cuenta una antigua leyenda que, en la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso, desde el primer momento, se procuró encontrar un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas posibilidades de escapar al terrible veredicto: LA HORCA.
El Juez, también en complot, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo. Por lo que dijo al acusado:
"Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras CULPABLE e INOCENTE. Tu escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino."
Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: CULPABLE, pero el hombre virtuoso, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.
El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa en los labios, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.
Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon de modo airado:
- Pero... ¿Qué hizo?... y ¿ahora cómo vamos a saber cuál ha sido el veredicto?
- Es muy sencillo, respondió el hombre... Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué.
Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.
(Anónimo)

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