Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

martes, 15 de diciembre de 2009

Florecer y producir a la vez

La flor de loto
Meditaba el sabio Qi-Tsu reunido con sus alumnos en el jardín del loto, cuando se oyó una discusión distante, pero grave. Un hombre forcejeaba con el guardián de la puerta.
Qi dio orden de que lo dejaran entrar.
El alborotador, atravesó presuroso el jardín hasta el círculo de oyentes y dirigiéndose sin respeto al maestro vociferó en su cara:
- ¡Eres un farsante! ¡Un maldito embustero que llenas de mentiras las cabezas huecas! -y señalando alrededor con el dedo indeciso, prosiguió- ¡Los utilizas para que mendiguen tu comida! Algunos discípulos hicieron amago de levantarse para echarlo, pero el maestro extendió con calma su mano indicando que volvieran a sentarse.
-Les hablas de dioses...¡De dioses! Pero te diré cual es mi sabiduría, viejo chiflado: No importa si mientes o si rezas, si trabajas o si robas... lo que importa es tener un plato de comida caliente todos los días, sin que te corten el cuello por ello! ¡Y tu eres un maldito hipócrita que mientes sobre lo que no sabes para inflar tu gorda barriga! ¿Queréis ver a dios, ¡eh!? ¡Yo os lo mostraré! -Agitado y nervioso apretó con fuerza una moneda de plata entre el índice y el pulgar -¡Aquí está!¡Aquí está! Todos callaban mientras el hombre miraba a su alrededor. En ese momento, y antes de marcharse, se volvió dos pasos rápidamente y escupió al maestro a la cara.
El sabio, que volvió a mostrar su mano en señal de calma, sacó un pañuelo con el que se limpió el salibajo.
Sus alumnos estaban indignados; muchos, alababan interiormente la paciencia de Qi-Tsu, otros, se sentían cobardes por obediencia.
Tras un silencio eterno, cuando por fin el irritante personaje se alejó, Qi-Tsu sentenció:
- Negar la existencia del objeto de odio, no mengua el dolor. Algunos creyeron que hablaba de si mismo, de la paciencia, del perdón; entonces preguntó:
-¿Realmente un hombre no cree en Dios porque no acepta Su voluntad? Todos callaban queriendo olvidar el incidente, pero el veterano discípulo Lu San, que sabía algo más, respondió a esa cuestión:
- No aceptar lo inaceptable es cualidad divina. Olvidar es ignorar el problema, pero perdonar, reconciliar y aceptar es el camino del amor. Sin embargo, maestro, nadie puede decidir el camino que otro ha de tomar.
El cansado sabio, con un agradecido gesto aprobó esas palabras. Irguiéndose del suelo volvió a inclinar su cabeza en señal de despedida y se retiró a su habitación con lágrimas en los ojos.
Los monjes empezaron a murmurar entre si: unos discutían sobre la paciencia, otros sobre la humildad y paz interior del maestro, aquellos sobre la determinación y la benevolencia. Entonces Lu, levantándose a su vez, les dijo:
-No habéis entendido nada. Ese trágico hombre, era Chen Wan, antiguo compañero del maestro. Igual que el, perdió a toda su familia mientras combatían en la guerra. Aquel día, muchos comprendieron, que todas las virtudes del sabio Qi-Tsu, eran en realidad, expresiones de su amor, que como la flor de loto, florece y produce semillas a la vez.
(Anónimo)

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