
LA MESA SOLIDARIA
Un viejo chino pidió un deseo antes de morir. Quería ver el infierno y el paraíso. Como toda su vida había sido honrado, su deseo le fue concedido. Primero fue conducido al infierno. Allí vio mesas repletas de manjares, pero los comensales parecían estar hambrientos y furiosos. Sentados a dos metros de la mes, tenían que usar unos palillos muy largos y no conseguían llevarse ningún alimento a la boca. De ahí su sufrimiento y su cólera.
Luego el anciano fue llevado al paraíso, y vio exactamente el mismo espectáculo.
- Sí- explicó a su regreso-. En el paraíso había las mismas mesas, la misma comida y los mismos palillos. Pero todos los comensales parecían felices y contentos. No pasaban hambre, pues utilizaban los largos palillos para alimentarse los unos a los otros.
Extraído del Círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero; Jean- Claude Carriére
Un viejo chino pidió un deseo antes de morir. Quería ver el infierno y el paraíso. Como toda su vida había sido honrado, su deseo le fue concedido. Primero fue conducido al infierno. Allí vio mesas repletas de manjares, pero los comensales parecían estar hambrientos y furiosos. Sentados a dos metros de la mes, tenían que usar unos palillos muy largos y no conseguían llevarse ningún alimento a la boca. De ahí su sufrimiento y su cólera.
Luego el anciano fue llevado al paraíso, y vio exactamente el mismo espectáculo.
- Sí- explicó a su regreso-. En el paraíso había las mismas mesas, la misma comida y los mismos palillos. Pero todos los comensales parecían felices y contentos. No pasaban hambre, pues utilizaban los largos palillos para alimentarse los unos a los otros.
Extraído del Círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero; Jean- Claude Carriére
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