Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

viernes, 9 de enero de 2009

Nunca hay que rendirse


HAY QUE SEGUIR CANTANDO
La revista "Woman's Day" lo llamó "El Milagro de la canción del Hermano". Los doctores le llamaron simplemente un milagro. Karen le llamo "El Milagro del amor". "Nunca te rindas por la gente que Amas... El Amor es increíblemente Poderoso."
Como cualquier buena mamá, cuando Karen supo que estaba esperando un bebe, hizo lo que pudo para ayudar a su hijo Michael de tres años a prepararse para una nueva etapa en su vida.
Supieron que el nuevo bebé iba a ser una niña, y día y noche, Michael le cantaba a su hermanita en el vientre de su madre. Él estaba encariñándose con su hermanita aun antes de conocerla.
El embarazo de Karen progreso normalmente. A tiempo empezó su labor de parto, pronto los dolores eran cada cinco, cada tres y finalmente cada minuto. Pero una complicación se presento de repente y Karen tuvo horas de labor de parto.
Finalmente, después de muchas horas de lucha, la hermanita de Michael nació, pero en muy malas condiciones. La llevaron inmediatamente en una ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos, sección neonatal del Hospital St. Mary, en Knoxville, Tennesse.
Los días pasaron y la niña empeoraba. Los pediatras tuvieron que decirle finalmente a los padres las terribles palabras "Hay muy pocas esperanzas, prepárense para lo peor". Karen y su esposo contactaron al cementerio local, para apartar un lugar para su hijita. Ellos habían creado un cuarto nuevo para su hija y ahora se encontraban haciendo arreglos para un funeral.
Sin embargo, Michael, les rogaba a sus padres que le dejaran ver a su hermanita "Quiero cantarle", decía una y otra vez.
Estuvieron dos semanas en Terapia Intensiva y parecía que el funeral vendría antes de que acabara la semana.
Michael siguió insistiendo que quería cantarle a su hermanita, pero le explicaban que no se permitía la entrada de niños a Terapia Intensiva.
De pronto Karen se decidió, llevaría a Michael a ver a su hermanita, ¡la dejaran o no! Si no veía a su hermanita en ese momento, tal vez no la vería viva nunca. Ella le puso un overol inmenso y lo llevo a Terapia Intensiva, Michael parecía una enorme canasta de ropa sucia.
Pero la jefa de enfermeras se dio cuenta de que era un niño y se enfureció... ¡Saquen a ese niño de aquí ahora mismo! “¡No se admiten niños aquí!"
El carácter fuerte de Karen afloro y, olvidándose de sus lindos modales de dama, que siempre la habían caracterizado, miro con ojos de acero a la enfermera, sus labios eran una sola línea y con firmeza dijo: "El no se va hasta que le cante a su hermanita" y levanto a Michael y lo llevo a la cama de su hermanita.
Él miro a la pequeñita, perdiendo la batalla por conservar la vida. Después de un momento empezó a cantar con la voz que le salía del corazón de un niño de tres años.
Michael le canto: "Eres mi luz del sol, mi única luz, tu me haces feliz cuando el cielo es gris... " (conocida canción en ingles "You are my sunshine").
Instantáneamente, la bebe pareció responder al estimulo de la voz de Michael, su pulso se empezó a volver normal. "Sigue cantando, Michael" le pedía desesperadamente su mama con lagrimas en los ojos. Y el niño seguía: "Tu no sabrás nunca, querida, cuanto te amo, por favor no te lleves mi luz del sol..."Al tiempo que Michael cantaba a su hermana, la bebe se movía y su respiración se volvía tan suave como la de un gatito cuando lo acarician.
"Sigue cantando cariño" le decía su mama y él continuaba haciéndolo como cuando todavía su hermanita estaba en el vientre de su madre.
"La otra noche, querida, cuando dormía, soñé que te abrazaba en mis brazos..." seguía cantando el niño; la hermanita de Michael empezó a relajarse y a dormir con un sueño reparador que parecía que la mejoraba por segundos. "Sigue cantando Michael"... ahora era la voz de la enfermera gruñona que con lagrimas en los ojos no dejaba de pedirle al niño que continuara.
"Tú eres mi luz del sol, mi única luz del sol, por favor no te lleves mi sol..." Al día siguiente... al mismísimo día siguiente... la niña estaba en perfectas condiciones para irse a casa.
Anónimo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Recuerdo cuando nació mi hermano Víctor. De madrugada (mi hermano Juan y yo nos acercamos hasta el hospital en un taxi y subimos, gracias a las "clarificadoras" explicaciones de quien estaba de guardia... que la tenía muy baja a esas horas de la noche, supongo que con un poco de razón, porque son, muchas veces, extralargas) sigo... nos colamos por la escalera de incendios (va en serio!) y esperamos junto a mi madre a que naciera, eso sí, entrando y saliendo de la habitación. Llegó la madre de mi madre, y seguimos esperando. Traslado al quirófano. Minutos. U horas, eso no lo recuerdo. Cuando al fin vimos llegar de nuevo a mi madre, Víctor estaba sobre su vientre, boca abajo, intentando mantener, sin demasiada suerte :) la cabeza erguida. Recuerdo su expresión cuando le hablé. Me escuchó, él ya sabía quién era. Yo ya sabía que le querría siempre, también le conocía. Un primer momento de comunicación. Tu historia me ha recordado uno de los momentos más bonitos de mi vida.