Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

martes, 29 de septiembre de 2009

El daño de la mentira y la calumnia


El saco de plumas
Cuentan que una vez hubo un hombre que rodio por la envidia ante los éxitos de su amigo, le calumnió gravemente.tiempo después se arrepintió de la ruina que había ocasionado a su amigo con sus calumnias, y fue a confesarse.
Una vez en el confesionario y después de haber confesado su pecado, pecado grave contra el séptimo mandamiento, como le dijo su confesor, pues usted le ha robado a su amigo, el valor mas grande que una persona tiene ante la sociedad, como su dignidad, su reputación, su derecho a la buena fama, y contra el octavo Mandamiento, pues lo que usted dijo de el son solo calumnias.
Le preguntó al sacerdote: "¿Cómo puedo reparar todo el mal que he hecho a mi amigo? ¿Qué puedo hacer?. a lo que el sacerdote le respondió: "Tome un saco lleno de plumas y suéltelas por donde quiera que vaya. y una vez que lo haya hecho, vuelva. Y que Dios lo acompañe.
El hombre muy contento ante aquel mandato tan fácil empezó a pasearse por las calles lanzando al aire las plumas que llevaba en el saco. cuando lo vació todo volvió a la iglesia en busca del sacerdote con el que se había confesado y lleno de satisfacción le dijo: "padre: ya he hecho lo que me mandó esta mañana". Pero el sacerdote le dijo: "No hijo, esa es la parte mas fácil. Ahora debe volver a las mismas calles en las que las soltó, e ir recogiéndolas una por una, hasta que vuelva a tener el saco lleno, y luego vuelva a verme". Y que Dios lo acompañe.
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba. Y por mas empeño que puso no pudo juntar casi ninguna.
Al volver a la Iglesia, se lo explicó al sacerdote con una profunda pena y un verdadero arrepentimiento, pero éste le dijo: "Así como no pudo juntar las plumas que usted soltó porque se las llevó el viento, así mismo la calumnia que usted lanzó contra su amigo, voló de boca en boca y su amigo jamás podrá recuperar todo la fama, la reputación que usted le quitó.
Lo único que usted puede hacer es pedirle perdón a su amigo, y hablar de nuevo con todas aquellas personas ante las que lo calumnió, diciéndoles la verdad, para reparar así en la medida de lo posible el daño que le ha causado a su amigo y para tratar de restituirle en la medida que pueda su fama, su reputación".
(Anónimo)

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