Un mundo de ILUSIONES

Este lugar es habitado por las niñas y los niños perdidos liderados por el héroe o quizás heroína, Peter Pan. La población de dicho país agrupa también a temibles piratas como el Capitán Garfio y salvajes indios. Otros tipos de seres como el hada, Campanilla y el Cocodrilo que se llevó la mano del Capitán Garfio habitan este lugar donde el tiempo no avanza y las aventuras predominan por cualquier rincón. De acuerdo con la leyenda, si alguien desea llegar a este lugar deberá de girar la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Ser Nosotr@s mism@s


EL ÁRBOL QUE HALLÓ SU DESTINO

Había una vez un jardín con manzanos, naranjos y bellísimos rosales. Todo era alegría en el jardín, pero uno de sus habitantes no participaba de la dicha general: era un árbol que se sentía triste. El pobre tenía un problema, no sabía quién era.
El manzano le decía:
- Te falta concentración. Si lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. Es muy fácil.
El rosal le decía:
- Es más sencillo tener rosas y, además, son más bonitas y olorosas que las manzanas.
El pobre árbol, desesperado, intentaba ser todo lo que le sugerían, pero no lo lograba y por ello se sentía cada vez más frustrado.
Un búho muy sabio aconsejó al árbol:
- Tu problema no es tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. No dediques tu vida ni tu energía a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo, conócete y aprende a escuchar tu voz interior.
¿Mi voz interior? ¿Ser yo mismo? ¿Conocerme? – pensaba el árbol, angustiado. Pero el consejo del búho anidó en su corazón. Y el árbol dejó de escuchar los comentarios de los demás. Aprendió a gozar en silencio de los rayos del sol y de las refrescantes gotas de lluvia. Y, cuando menos lo esperaba y buscaba, un día comprendió. Su corazón se abrió y su voz interior le habló:
Tú jamás darás manzanas ni rosas porque no eres un manzano ni un rosal. Tú eres un roble, y tu destino es crecer majestuoso; dar sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión, cúmplela.
Y el árbol se sintió seguro y fuerte y se dispuso a ser aquello parra lo cual estaba destinado. Pronto fue admirado y respetado por todos, pero lo más importante es que aprendió a respetarse y a valorarse a sí mismo.

Versión del relato “Sé tú mismo”, de aplícate el cuento de Jaume Soler y M. Mercé Conangla

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